La vigencia de los mitos y el dos por cuatro

La danza y el tango en formato de gran show se reunió en una productiva asociación que arrojó resultados sorprendentes, como parte de la variada oferta porteña. "Tanguera", una pieza que recibió cinco premios de la Asociación de Cronistas del Espectáculo, reunió a treinta artistas con funciones que colmaron la capacidad del teatro Broadway.

Tangokinesis, aunque con un enfoque menos dramatizado que el anterior donde las letras de los tangos se transforman en el hilo conductor de la obra, fue otra de las propuestas basadas en la tradición, pero también en la renovación estética del dos por cuatro con una fusión con danza moderna y neoclásico.

El bailarín y coreógrafo Aníbal Pachano arriesgó también su versión del tango, esta vez unida a otros mitos nacionales. En "Tango Mitos" se dieron cita muchos de los protagonistas de iconografía popular tales como Carlos Gardel, Juan Manuel Fangio, Carlos Monzón, las Madres de Plaza de Mayo y Eva Perón.

Entre otras producciones porteñas, muchas de los cuales se superpusieron en la cartelera a lo largo de la temporada, se destacaron "El gran regreso", con Alfredo Alcón y Nicolás Cabré, pero también "Camino a la Meca", con China Zorrilla y "Candombe nacional", de Enrique Pinti, como dos de las que recibieron la mayor afluencia de público. También estuvieron "La Duarte", con Eleonora Cassano; "Discepolín y yo", con Diego Peretti y Lidia Catalano; y dos comedias musicales de Pepito Cibrián, "Las mil y una noches" y "La importancia de llamarse Wilde". Estas funciones tuvieron especial significado ya que con ellas se despidió del teatro la actriz Ana María Campoy.