| lunes, 13 de diciembre de 2004 | Rock de alto voltaje con un toque de electrónica Gustavo Cerati ofreció un show potente con lo mejor de su etapa solista y algunas perlitas de Soda Stéreo. Pedro Squillaci / La Capital Para Gustavo Cerati siempre es hoy. El se encargó de aclararlo ante miles de personas anteanoche en el Anfiteatro. "Siempre escribo sobre lo mismo", dijo antes de tocar "Ahora es nunca" donde afirma que "todo es nada". Ese presente eterno tan fugaz pero tan vivo es sinónimo de Cerati. Un músico que puede tocar un tema de hace veinte años como si lo hubiese compuesto ayer, y lo demostró cuando interpretó "Sobredosis de TV" (Soda Stéreo, 1984). Con un sonido rockero y su habitual dosis de música electrónica, Cerati dio un show a pura energía y contagió electricidad.
"Tu locura", la cortina que compuso para el unitario "Locas de amor", abrió el show ante un público dispuesto a disfrutar como quien se sienta a ver una película de Fellini. Lejos del pogo y de los trapos de Soda, a lo sumo alguna remerita del famoso trío que revolucionó el pop argentino de los 80, la gente se fue sumergiendo de a poco en el placer del sonido de la banda. Un potente Pedro Moscuzza en batería, el bajo sin fisuras de Fernando Nalé y los matices tecno de Flavio Etcheto y Leandro Fresco en teclados jugaron un papel predominante para una estética compacta y atractiva. El show, de más de dos horas, también tuvo un componente de lujo con la inclusión de una pantalla gigante cuyas imágenes enriquecían la puesta conformando un espectáculo multimedia.
Más suelto que nunca, Cerati homenajeó sus grandes momentos como solista e hizo un guiño a la nostalgia. Cinco temas de "Amor amarillo", entre ellos "Rombo", nunca tocado en vivo, y algunas perlitas de Soda, como "El rito", la ya citada "Sobredosis de TV", "Sueles dejarme solo" (de "Canción animal") y tres de "Dynamo", aquel disco raro del 92: "Fue", "Primavera cero", donde la banda tuvo un set instrumental rockero y potente que nunca, y "Ameba", el tema más tecno de la noche.
Cerati se floreó con su voz, aludió al público con reiterados "Gracias, Rosario", los convocó "a mover las cachas" y brilló en algunos solos rockeros. Los momentos más ensamblados sonaron en los temas de "Siempre es hoy", sobre todo en "Cosas imposibles", "Tu cicatriz en mí", "Artefacto" y "Vivo", donde arrancó con un arreglo de "Asombrado y confundido", de Led Zeppelin.
Los bises abrieron de la mano de "Lisa", con una intro spinetteana que recordó a "Durazno sangrando" y cerraron con "Puente". Fue el momento en que público y artista se regalaron un "gracias por venir". Brazos arriba y aplausos en stéreo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El ex Soda dio un espectáculo multimedia en el Anfiteatro. | | |