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 lunes, 06 de diciembre de 2004  
Un muchacho fue asesinado en un altercado tras un partido de fútbol

Un muchacho de 26 años fue asesinado antenoche de un escopetazo en la zona oeste de la ciudad en el desenlace de una gresca que protagonizaron dos grupos de jóvenes después de disputar un partido de fútbol. Luego de que la víctima se desplomara malherida en el suelo, familiares y amigos suyos atacaron a piedrazos a los policías que acudieron al lugar, por considerar que la ambulancia del Sies demoró en llegar al sitio donde agonizaba. A raíz de la tremenda batahola, cuatro jóvenes fueron apresados y resultó herido un uniformado que debió ser internado en un sanatorio.

Según indicó una fuente policial, cerca de las 20 del sábado, dos grupos de muchachos jugaban un partido de fútbol en una canchita barrial ubicada en el cruce de Chubut y Ravignani. Unas dos horas después, los integrantes del equipo ganador destaparon algunas cervezas para festejar el triunfo.

Mientras las gastadas de los ganadores a los perdedores se sucedían, llegaron al lugar dos hombres y comenzó un altercado con algunos de los que habían estado jugando. "No sabemos si los que llegaron habían participado del partido", explicó el subjefe de la subcomisaría 22ª, Marcelo Latanzi.

Quienes habían arribado en medio del festejo se marcharon después de que los contrincantes intercambiaran algunos insultos y se lanzaran algunas botellas. Pero regresaron un rato después, y no lo hicieron solos: los acompañaba otro sujeto que portaba una escopeta de caño recortado.

A parecer, el hombre armado se acercó hacia donde estaba uno de los jóvenes y abrió fuego desde una corta distancia. Rubén Bravo recibió un escopetazo en el cuello cuando se encontraba a unos metros de la cancha y cayó al suelo.

Los compañeros del muchacho asesinado llamaron a la policía y al Sies y enseguida unas treinta personas, entre vecinos y amigos de Bravo, rodearon el cuerpo. El joven vivía en una casa ubicada en Montevideo y Colombres, a unas dos cuadras del sitio donde fue asesinado.


Otro incidente
Un rato después se generaría otro incidente. Los allegados de Bravo estaban exaltados por lo que ellos consideraban la demora injustificada del móvil del Sies en arribar al lugar. Entonces, según indicó Latanzi, cuando los efectivos de la subcomisaría llegaron a la escena del crimen fueron recibidos con insultos por el grupo de vecinos. "Nos pedían que lo trasladáramos al hospital, pero no entendían que antes teníamos que hacer algunas diligencias", explicó el oficial consultado.

La respuesta de los policías, al parecer, no tranquilizó a los allegados de Bravo y una lluvia de piedras y baldosas dieron de lleno en el móvil. En medio del ataque arribó una unidad del Comando Radioeléctrico que corrió la misma suerte.

El cabo Norberto Taborda fue alcanzado por un piedrazo y se desplomó en el suelo. Lo internaron en el Centro de Emergencia y Trauma del Sanatorio Americano con una herida en el pómulo derecho y traumatismo de cráneo, pero ayer ya le habían dado el alta.

El policía que lo acompañaba en el móvil también recibió algunos golpes en la cabeza. A raíz del suceso, fueron detenidos cuatro muchachos, que ayer ya habían sido liberados.

Hasta anoche los pesquisas no habían determinado los motivos del crimen, aunque Latanzi indicó que el "agresor y la víctima tenían diferencias desde antes". En este marco, los investigadores tenían sólo una certeza: sabían que el presunto homicida se llama Andrés y es un hombre joven. "Vive en el barrio. Hoy (por ayer) vamos a hacer algunas diligencias, pero no creo que lo encontremos", comentó Latanzi.
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El muchacho fue asesinado en una canchita de la zona oeste de la ciudad.

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