 | lunes, 06 de diciembre de 2004 | Un país dividido. La minoría sunita volvió a reclamar sin éxito una postergación de seis meses de los comicios Los shiítas iraquíes forman una lista única para ganar las elecciones Incluso el clérigo extremista Moqtada Al Sadr se sumó a la iniciativa. No cede la ola de atentados Bagdad. - Mientras Irak vivió ayer otra jornada sangrienta, con al menos 17 civiles iraquíes y dos soldados estadounidenses muertos en atentados de rebeldes sunitas, los partidos de este sector musulmán -minoritario en el país- volvieron a reclamar sin éxito la postergación de las elecciones del 30 de enero. El gobierno interino, los kurdos y la mayoría shiíta confirmaron la fecha. Los shiítas, que son el 60% de la población, logran además unificarse para competir en las elecciones. Ayer se sumó incluso el clérigo radical Moqtada Al Sadr como candidato en la lista única shíita. Esta es una iniciativa parte del poderoso ayatolá Alí Al Sistani, la figura más importante del shiísmo en Irak. Moqtada Al Sadr lideró la rebelión armada de las ciudades shiítas entre abril y agosto contra la ocupación estadounidense. Que a pocos meses de ese violento episodio Al Sadr se presente a las elecciones es demostrativo de lo decididos que están los shiítas, aún los más radicalizados, a aprovechar las elecciones de enero para llegar finalmente al poder en Irak. Durante los últimos 500 años, y bajo distintos regímenes, la minoría árabe sunita ha detentado el poder en el país. Su rechazo a las elecciones se explica así por el temor a perder este predominio histórico. También sería este el motivo de la ola de atentados terroristas, cometidos casi exclusivamente en los últimos tiempos por grupos sunitas.
Un total de 17 civiles iraquíes murieron y otros 13 fueron heridos en Tikrit, norte de Irak, en un ataque ejecutado por hombres armados que descendieron de dos vehículos y dispararon contra personas que esperaban un ómnibus. Los hombres atacados eran empleados en la construcción de una base militar estadounidense permanente en Tikrit, la ciudad natal del presidente derrocado Saddam Hussein.
Actualmente Irak enfrenta una ola de atentados terroristas especialmente violentos en la región sunita. Es esta región de Irak la única que actualmente resiste activamente a la presencia militar estadounidense y a las fuerzas policiales del gobierno interino iraquí. Las otras dos grandes regiones étnicas y religiosas en que se divide el país, el norte kurdo y el sur shiíta, no registran episodios de lucha armada o terrorismo.
Por otra parte, la explosión de un coche bomba mató a cuatro miembros de la Guardia Nacional iraquí, entre ellos el comandante de la fuerza Mohamed Jasem, e hirió a otros 14 al norte de Bagdad. La bomba fue activada por un atacante suicida y ocurrió en un puesto de control carretero de la Guardia Nacional.
Además, en Mosul, en el norte de Irak, dos soldados iraquíes y siete guardias nacionales iraquíes resultaron muertos en ataques rebeldes. Los dos estadounidenses murieron al estallar una bomba al paso del vehículo en el que se trasladaban. Horas después, un coche bomba estalló en Mosul, matando a los 7 guardias iraquíes.
Este fin de semana fue particularmente violento, ya que a las víctimas de ayer se suman al menos otros 40 muertos el sábado, entre ellos cuatro soldados estadounidenses, 17 combatientes kurdos de la Unión Patriótica de Kurdistán y cuatro policías de Bagdad.
Un bloque de partidos políticos sunitas volvió a pedir en Bagdad el aplazamiento de las elecciones por seis meses, debido al recrudecimiento de la violencia. El Consejo de los Ulemas sunitas ya había llamado a boicotear las elecciones luego del inicio de la ofensiva contra Falluya.
La mano de Alí Al Sistani Sin embargo, la actitud de la dirigencia sunita choca contra los partidarios de la realización de los comicios en enero que son el gobierno interino iraquí, los shiítas -son mayoría entre la población iraquí- y los kurdos, que dominan el norte de Irak. En un anterior pedido de postergación de los comicios, los sunitas habían logrado sumar a los mayores partidos kurdos, los que sin embargo esta vez no los acompañaron en el reclamo.
En este marco, el líder radical shiíta Moqtada Al Sadr accedió a unirse a una lista electoral de unidad apoyada por el gran ayatolá Alí Al Sistani. Esta lista es fruto del trabajo emprendido por un estrecho colaborador de Sistani, Ali Sharistani, quien logró la unión de los principales partidos y grupos shiítas de Irak .
Al Sadr, que había anunciado el mes pasado, tras la ofensiva estadounidense contra Falluya que no participaría en las elecciones, lideró la ola de violencia shiíta contra las fuerzas norteamericanas en Bagdad y otras ciudades entre abril y agosto pasados, que finalmente terminaron con la mediación de Sistani. Que un radical como Al Sadr se sume a la lista unitaria shiíta es una clara muestra de hasta dónde los shiítas iraquíes han tomado conciencia de la oportunidad histórica que representan para ellos las elecciones de enero. Por primera vez en la historia del país, podrán hacer pesar su número en elecciones pluralistas, luego de siglos de subalternidad al poder de los sunitas. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un coche bomba estalló en Bagdad en un puesto de control. | | |