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 martes, 30 de noviembre de 2004  
Irán logró un “OK” condicional a su programa nuclear

Viena. — Irán evitó ayer ser sancionado por su programa nuclear, pero Washington, que acusa a Teherán de estar tratando de desarrollar la bomba atómica, advirtió que se reservaba el derecho de elevar el caso al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para reclamar sanciones. Teherán celebró una resolución de la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea), un organismo de la ONU, que da por suspendido el programa nuclear iraní, como una “derrota definitiva” de Washington, pese a que el texto condiciona el visto bueno a inspecciones y al bloqueo total del programa, cosa que ayer mismo Irán relativizó.

  El dictamen de la Aiea dio la bienvenida a una suspensión de las actividades nucleares en Irán, lo que calificó como “una medida de confianza, voluntaria y no vinculante”. La resolución, mucho más flexible que una versión anterior para “acomodarse” a las exigencias de Irán, advierte que la Aiea verificará in situ la suspensión. “Esta resolución constituye una derrota definitiva para nuestros enemigos que quieren presionar a Irán enviando su caso al Consejo de Seguridad”, proclamó el presidente iraní, Mohammad Jatami. La representante estadounidense ante la Aiea, Jackie Sanders, dijo que Washington se reservaba el derecho de elevar el caso de Irán unilateralmente. “Estados Unidos se reserva todas sus opciones con respecto a la consideración del Consejo de Seguridad del programa de armas nucleares de Irán”, advirtió.

  La declaración, sin embargo, está lejos de ser una “derrota definitiva” de quienes como EEUU e Israel ven en el programa nuclear iraní una amenaza de proliferación nuclear. Estos países señalan la coincidencia del programa nuclear con el desarrollo del programa misilístico de Teherán.

  Como señal de la desconfianza existente en la comunidad internacional, el mismo director de la Aiea, Mohamed ElBaradei, dijo que hay preguntas sin respuesta y un “déficit de confianza” en las actividades de Teherán. ElBaradei y la Aiea recuerdan que Irán mantuvo en secreto por 18 años su programa nuclear, para luego ir dando a conocer retazos de información. Nadie sabe con certeza si Teherán exhibe todo lo que tiene en materia nuclear.

  Alemania, Francia y Gran Bretaña —países que negociaron el acuerdo de ayer con Irán— expresaron la semana pasada ante la Aiea que la suspensión completa del enriquecimiento de uranio incluía la paralización de todos los equipos utilizados para las actividades nucleares. Pero Irán demandó el jueves que se permita el funcionamiento de 20 centrifugadoras con “fines de investigación”. En la carta de compromiso enviada el domingo a la Aiea, Teherán sólo promete “no realizar ninguna prueba con ese conjunto de piezas”. Pero Mousavian, jefe de los delegados iraníes ante la agencia de la ONU, sugirió ayer otra cosa y dijo a los periodistas que “sólo dijimos que no habrá pruebas (con las centrifugadoras)”. Se negó a responder si lo que Irán entendía por suspender actividades coincidía con las demandas europeas de que sea paralizado el funcionamiento de todos los aparatos.

  El proceso de enriquecimiento consiste en colocar el gas hexafluoruro de uranio en las centrifugadoras, que lo convierten en combustible enriquecido en bajos niveles —apto sólo para uso civil— o en altos niveles, para ser empleado en ojivas nucleares. Se trata de una tecnología dual, y basta seguir el proceso de enriquecimiento para pasar del uso civil al militar.

  Delegados y diplomáticos con experiencia nuclear coincidieron en que las declaraciones de Mousavian no satisfacen la definición europea de suspensión del enriquecimiento de uranio.
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