Desafíos

Para lectores de novelas rosarinas

El escritor Jorge Barquero concibió un criptograma que alude a escritores de Rosario. Los primeros en resolverlo recibirán libros de la Editorial Municipal

Los primeros cinco lectores que resuelvan el criptograma serán recompensados con libros publicados por la Editorial Municipal de Rosario. Las respuestas deberán ser entregadas en la recepción de La Capital, Sarmiento 763. La solución se publicará el domingo próximo.

Una vez halladas las definiciones conforme a las referencias, traslade al cuadro grande las letras que lo componen, de acuerdo con el número que corresponde a cada una. Así, obtendrá una frase de una revista literaria de Rosario. El nombre de su autor y su título quedarán formados por las iniciales de las definiciones (siguiendo la flecha).


Referencias
A) Veterinario japonés, protagonista de “Amores eternos”, de Pablo Gavazza.

B) Método, sistema para determinado fin. El militar de 1976 contribuyó a varios relatos: “Calle de las escuelas nº 13”, de Martín Prieto, entre otros.

C) “El ángel...”, novela de Luis Carrión.

D) Apodo del custodio fiel en “La ley de la memoria”, de Jorge Barquero.

E) Vaso rústico hecho de cuerno de buey empleado, seguramente, por el Rivero, de Bottazzini.

F) Prueba judicial de carácter mágico (los militares la perfeccionaron en 1976 y Gabriel Andrade la civiliza en “El último día”).

G) Soltarlo, liberarlo (“El blues es un pájaro en los labios pero hay que saber...”, frase de Louis Armstrong acerca de dicha fórmula armónica y en el título de las novelas “Rosagasario blues”, de Boglione, y “Simple blues”, de Sergio Gioacchini).

H) Espacio vacío en un cuerpo, o cómo narrar el vacío vaciando lo narrado en “Perdida en el momento”, de Patricia Suárez y “Nadadores muertos” de Patricio Pron, según escriben María Luisa Tubino y Luciana Porchietto en la revista Riel.

I) Sentencia de pocas palabras y de carácter popular, como “Las carnes se asan al aire libre”, de Oscar Taborda.

K) Género literario, en prosa, de carácter didáctico, que la revista Riel niega haber hecho en el número 2 (“Es solamente un trabajo”).

L) Principio o juicio dado o aceptado como cierto; con ella, según Luciana Porchietto, construyó Rodolfo Walsh sus testimoniales.

M) Administrar algo mediante inyección (en el caso de la cocaína más de un personaje ilustró páginas locales).

N) Vieja estación de trenes que otorga su escenografía a más de una novela rosarina.

O) Compañero de andanzas de Sanata en “La deriva”, de Osvaldo Aguirre.

P) Esa inefable ciudad novela en donde pasa algo: el tiempo, según “DAF”, de Beatriz Vignoli.

R) Efectuar un trayecto (por ejemplo desde la felicidad pura hasta la cárcel y la locura, en “Al final de la calle”, de Martínez).

S) Obstruye una vía de comunicación (lo que hace un piquete en Caleta Olivia con Mónica, personaje de “Ay derechos”, de Juan José Bereciartúa).

T) ¡Salgan de la universidad con un título, por favor! (Y semeja un pedido desesperado y despótico de “La mamama” de Manuel López de Tejada).

U) Gloria... autora de “La reina mora”, una de las novelas preferidas de Rob erto Retamoso.