Un fenómeno mundial

Según relató el productor corondino José Borotto, este fenómeno de multiplicación desmesurada de plantaciones de frutilla en busca de mayores ganancias ocurrió no sólo en Coronda sino también en los principales países productores como Polonia, Estados Unidos, Rusia, Alemania, Turquía, Serbia y Montenegro, España, Corea, Japón e Italia. En la Argentina se dio en Corrientes, Tucumán y Córdoba. El factor fue común en todos los lugares, los productores se vieron impulsados por los altos precios que se pagaron durante la cosecha anterior, cuando hubo menos fruta. Por ejemplo en Polonia este año se duplicó la producción lo que, sumado al excedente de otros países, provocó que bajaran los precios en el mercado internacional.

Argentina produce diez veces menos que Polonia así que su producción no incide en los movimientos del mercado, aunque la frutilla obtenida en nuestras pampas, se acerca a la excelencia cuando se habla de calidad.

Las Naciones Unidas vienen contabilizando la producción de frutillas (o fresas, para los españoles) en los últimos diez años. La FAO ha desarrollado un análisis sobre comercio internacional que incluye superficie cosechada -unas 220 mil hectáreas anuales-, producción, rendimiento, importación y exportación.

En cuanto al área cosechada, Polonia se mantiene al frente, aunque va variando la superficie de acuerdo a las expectativas económicas, así en 2003 ocupó 39 mil hectáreas pero anteriormente llegó a las 66 mil, un valor similar al de este año, según surge de algunos informes preliminares. Otros países son más estables: EEUU dedica unas 19 mil hectáreas; Rusia, unas 12 mil, y Alemania, 9 mil.