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 domingo, 28 de noviembre de 2004  
Italia estudia cómo responder a Kirchner

El embajador de Italia en Buenos Aires, Roberto Nigido, no responderá oficialmente "hasta el lunes" próximo las fuertes críticas que el presidente Néstor Kirchner formuló contra el gobierno de Silvio Berlusconi por su oposición a la reestructuración de la deuda argentina.

"Esperamos instrucciones desde Roma" para definir la contestación del gobierno italiano, señalaron voceros de la embajada de ese país, y precisaron que "no se va a hacer una declaración oficial hasta el lunes".

A su turno, la Cancillería argentina evitó confirmar o desmentir el presunto revuelo que habría provocado la embestida de Kirchner contra Berlusconi.

Trascendió que la embajada de Italia analizaba seriamente las declaraciones que vertió el viernes Kirchner en un acto en Puerto Madryn, donde expresó que le "duele" la falta de colaboración del gobierno de Roma en el canje de la deuda a bonistas, y le reclamó que "rectifique" su posición.

Pese a que las fuentes de la Cancillería consultadas no creen que el tema se convierta en un altercado diplomático entre ambos gobiernos, admiten que eso depende de la actitud del gobierno italiano.

"Desde el gobierno argentino tenemos un defecto, que es que siempre estamos a la respuesta, nunca avanzamos con información, reaccionamos por lo que pasó, pero nunca generamos lo que va a pasar, este caso no escapa a las generales de la ley", admitieron los voceros.

En su arremetida contra la gestión de Berlusconi, Kirchner también responsabilizó a los bancos de esa Nación europea que, según advirtió, "engañaron a los queridos jubilados italianos vendiéndoles bonos que sabían eran insolventes".

Mauro Sandri, representante de un fuerte sector bonistas italianos, salió al cruce de las palabras de Kirchner y consideró que la actitud del Ejecutivo argentino "es una estrategia de comunicación muy negativa" y "de muy baja moral".


La culpa de los otros
"Qué actitud distinta la del gobierno italiano, en relación con la reestructuración de la deuda, comparada con la que tuvimos nosotros, que les abrimos nuestro corazón y los brazos a los italianos en sus peores momentos", afirmó el jefe del Estado durante el acto de inauguración de la planta procesadora de pescado que la firma italiana Panapesca instaló en Madryn.

Desde Puerto Madryn, Kirchner defendió al ministro de Economía, Roberto Lavagna, al sostener que "no hubo reproche bajo ningún aspecto" por la retirada del Bank of New York en el proceso de canje de bonos que debió postergarse para el 17 de enero, y buscó las culpas en el gobierno italiano.

"El reproche es para Berlusconi", enfatizó directamente Kirchner. Así, el primer mandatario intentó desmentir las versiones sobre el supuesto malestar con el ministro y su equipo económico por la postergación del canje.

El duro ataque al premier italiano se justifica en el hecho de que fue la comisión de valores de Italia uno de los escollos más duros que enfrentó Lavagna para lanzar el canje de la deuda y que ese país reúne a 450.000 pequeños tenedores de títulos en default por un total de unos 14.000 millones de euros.

Frente a tanto palabrerío, los bonistas italianos respondieron con indiferencia las declaraciones de Kirchner, y sostuvieron que "no importa quién es el responsable" por el default, sino que quieren "el dinero" que invirtieron.

"Nosotros también estamos enojados con el gobierno italiano desde hace rato", indicó Tulio Zembo, abogado de consumidores bancarios italianos, quien de todos modos subrayó que "no importa quién tiene la responsabilidad; nosotros queremos la plata".

En la misma línea, el representante de tenedores italianos Mauro Sandri admitió que "es clara" la responsabilidad de los bancos, pero sostuvo que la quita del 75 por ciento propuesta por el gobierno argentino para el canje de deuda "es de una moral baja".

Sandri reconoció que "la responsabilidad de los bancos es clara", y destacó que en Italia "se están haciendo miles de causas en contra" de las instituciones financieras que vendieron títulos de la deuda argentina.

Por su lado, Zembo sostuvo que la salida del default "no debe ser solo con la plata de los bonistas", sino que propuso que se vaya a "una negociación internacional para ver quién puede esperar 40 años y quién necesita el dinero ya". Zembo abogó por "solucionar el problema de Argentina pero en función de los pequeños bonistas".

"Que ofrezcan a los pequeños lo que están ofreciendo al FMI, y que ofrezcan al FMI lo que están ofreciendo a los pequeños", señaló el representante de los bonistas italianos.
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