| domingo, 28 de noviembre de 2004 | Del futuro, ni hablar El Tolo se ríe con sus jugadores en el último ensayo. Pero cuando la sesión concluye y emprende el regreso a la concentración, el gesto adusto se instala en su rostro. Vuelve a ser el Gallego parco, lacónico y el que imposta un mal humor poco convincente. Más aún cuando aparece en escena a alguien que no conoce, como el estudiante porteño de periodismo que sin mediar palabras le colocó el grabador frente a la boca. Y ahí nomás el diálogo se conjugó en verbo pretérito indefinido.
"Ayer fue nunca", dijo una vez Gallego para eludir una pregunta sobre su reflexión inmediata al empate con Olimpo. Pero en Villa Domínico, 24 horas después de anunciar que se tomará un descanso de 6 meses, no quiso hablar del tema, como dándolo por cerrado, como tratando de evitar hablar de su continuidad en Newell's o su regreso a Independiente y sí responder del hoy, del actual torneo que está por terminar.
Como experimentado número cinco, Gallego no dejó espacio para otra cuestión que el partido ante Boca. "Sin dudas que el empate de Estudiantes permite que los muchachos estén un poco más tranquilos", respondió el entrenador. Pero enseguida acotó: "Pero nosotros dependemos de nosotros, tenemos que ganarle a Boca y ya pensar en Gimnasia".
Luego, ya cuando se disponía a subir al micro, al preguntársele por el equipo, ratificó lo adelantado ayer por Ovacion pero metió un pase envenenado: "No sé si Ortega va a jugar de enganche, por ahí jugamos con tres puntas bien definidos". enviar nota por e-mail | | |