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 domingo, 28 de noviembre de 2004  
El cantante presenta su disco "El regreso del Rey" el sábado próximo en Rosario
Palito Ortega: "No reniego de nada aunque creo que algunas cosas las hice a destiempo"
Ponderó la carrera que llevan adelante sus hijos y dijo que está entusiasmado con su presente artístico

U.G.Mauro / La Capital

"Creo que podés hablar con el Palito que vos quieras; el cantante, el músico, el director de cine, el productor de TV. Con todos menos con el político, porque de lo que menos tengo es de eso y es el tema que menos me interesa", expresó el cantante, ex gobernador tucumano y ex senador Ramón "Palito" Ortega, quien al frente de una formación de nueve músicos se presentará el sábado próximo en el teatro Broadway, en una gira con las canciones de su nuevo disco, "El regreso del rey"; gira con la que retomó su condición de cantante tras veinte años de ausencia en los escenarios.

-¿Sentís que podés desprenderte de tu reciente condición de político?

-La política ya quedó atrás. Gracias a Dios tengo lo más importante que puede tener un hombre en la vida, que es una familia bien formada, hijos profesionales. Voy por el mundo y sigo teniendo el reconocimiento de la gente.

-¿Y cómo evaluás las carreras de tus hijos?

-Emanuel está muy bien. El vive en Estados Unidos y terminó de grabar aquí su nuevo disco. También empezó a participar un poco en cine. Emanuel está entre seguir cantando y dedicarse a la actuación. Sebastián está al frente de Ideas del Sur y es un televidente con un gran timing para captar la cosa popular. También tiene visión para cosas como "Ser urbano", o lo de este año, "Sangre fría". Cuando a él se le ocurrió "Tumberos", pocos apostaban a eso.

-¿Y Julieta Ortega? Ella hizo cosas algo más jugadas, que no condicen con la imagen más familiera de los Ortega.

-Julieta tiene una base muy sólida como actriz. Cuando planteó su deseo de a actuar lo primero que le pedí fue que se metiera de cabeza por lo menos 3 ó 4 años a estudiar en la escuela de Lee Strasberg que dirige la hija, Ana, que es amiga mía. Tiene una personalidad fuerte y tuvo la suerte de casarse muy bien con un chico como Iván (Noble) que es de muy buena madera.

-¿Qué opinás de la música de tu yerno?

-Tiene un lenguaje muy personal. El es inteligente y eso se nota en las letras. Expresa las cosas de una manera entre intelectual y romántica con muy buen nivel.

-¿Qué valor tiene hoy para vos que te recuerden como "El Rey"?

-Eso nació por un concurso de la revista Radiolandia en el año 64, en el que fui el más votado, pero nunca en mi carrera me tomé en serio lo del Rey ni me creí superior a nadie, entre otras cosas porque soy antimonárquico (risa).

-¿Los tuyos son solamente espectadores nostalgiosos?

-A los shows va gente de nuestra generación, que iba a los bailes de carnaval cuando estaban de moda canciones como "Decí por qué no querés", "Corazón contento" o "Bienvenido amor". Entre esa gente se mezclan los hijos que escucharon la historia. Es un revival que está de moda en el mundo. Además la gente quiere escuchar melodías. La tecnología les facilita las cosas al ritmo y al sonido pero se ha perdido un poco el sentido de la melodía. ¿Saldrá alguna vez otro tano como Modugno que haga cantar al mundo? En nosotros una canción entraba por la melodía.

-¿Qué pensabas cuando se criticaban las letras de tus canciones diciendo que no ayudaban a reflexionar a la gente sobre sus problemas?

-Creo que hoy cualquier crítico diría lo mismo de la televisión. Si te sentás a verla te preguntás: ¿A qué contribuye? Hay que tener una visión inteligente y generosa y no creer que hay una sola verdad. Porque el que critica eso, casi agresivamente, está cayendo en ese autoritarismo del que reniega. Hay que disfrutar de Borges o Cortázar, pero no te podés enojar con Alberto Migré, porque hay una sociedad que en definitiva quiere leer tanto a Borges como a Migré.

-¿De cuál de las cosas que hiciste hoy renegás?

-No reniego de nada aunque creo que algunas cosas fueron hechas a destiempo: una vez vi la serie "Swat" y quise hacer algo parecido con Balá y creo que no era el momento por algunas cosas que estaba viviendo la gente. No hice una película para que se luciera la policía. Mis películas no son ideológicas y no creo que tengan una connotación política. Quizás el error fue no hacerlas en un momento mejor.

-¿En qué estás trabajando actualmente?

-Tengo una productora en Miami con Juan Alberto Mateyko. Hacemos un programa en el que nos metemos en la casa y en la vida cotidiana de algunos famosos como Alejandro Sanz, Chayanne, Julio Iglesias, y otro con Jorge Martínez en el que cocina junto a algún invitado reconocido en cualquier actividad.

-¿Y en música?

-Estoy grabando algo que no va a salir a la venta, "Canciones para mí", en una edición limitada 300 ó 400 ejemplares para regalar, con un libro que tiene cosas sobre un pibe que se llama Ramón, allá en Tucumán y en el que no dejo de pensar.

-¿Fue sólo el mal negocio con Sinatra lo que te llevó a emigrar a Miami?

-En realidad perdí 1.700.000 dólares, pero no por culpa de Sinatra, sino de una economía en la que el dólar pasó de un día para otro a valer 3 veces más. A eso sumale que cuando decidí hacer cine compré lo mejor en equipos y me encontré con que lo que pagué 500.000 dólares al otro día pasó a valer 200.000. Ahí decidí cambiar de aire. En el 81 me fui y me aferré a lo que me dijo Sinatra antes de subir al avión, cuando me aseguró que si precisaba algo en Estados Unidos, él era mi garante y así fue. A la semana me citó, arregló un encuentro con gente de la cadena Telemundo y hasta me solucionó el problema de la escolaridad de los chicos, y así recomencé, pero nunca me olvidé de mi país.
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Ortega cree que algunas críticas son autoritarias.

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