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 domingo, 28 de noviembre de 2004  
El Che, soldados y guerrilleros

El cantautor cubano Pablo Milanés, con motivo de un recital que iba a ofrecer en Bolivia, expresó que quería conocer el país donde murió Ernesto "Che" Guevara. Según palabras textuales de Milanés era "un hombre que fue un paradigma de ternura y un ejemplo de amor". Yo que veo la política desde afuera con el mismo miedo que el que mira un recinto lleno de serpientes, creo que estamos perdiendo el norte de las cosas. El Che Guevara era un combatiente, eso significa que era una persona que estaba dispuesta a morir o a matar por sus ideales. Un combatiente recibe distintas denominaciones según a qué bando pertenezca. Si pertenece a grupos que tienen el beneplácito del gobierno, entonces son legales; pero si son contrarios al grupo de poder que gobierna, son ilegales. Es decir, que los primeros son los soldados o militares y los segundos son los guerrilleros que dependiendo de sus formas de actuación pueden ser denominados terroristas o paramilitares. Pero tanto unos como otros juegan con las armas y con la muerte. Escogieron el camino para imponer sus ideas de la forma más primitiva y salvaje. Por tanto un combatiente puede ser compasivo, benévolo, sádico, implacable, frío, sarcástico, inhumano, protocolario, vengativo y muchas cosas más. Pero lo que nunca puede ser quien ha matado en nombre de cualquier idea política, religiosa o del tipo que sea, es un "paradigma de ternura y ejemplo de amor". Esto se puede decir de millones de personas que luchan por el prójimo en barrios marginales, en hospitales, en países miserables con el único deseo de hacer el bien y salvar vidas. Pero no de quien empuña una metralleta o cualquier arma. Todos sabemos que en toda guerra hay prisioneros y la verdad es que yo nunca supe de un militar o un guerrillero que para sacar información de sus prisioneros lo hiciese con ternura y con amor. Por tanto, del Che Guevara sus admiradores pueden decir que era valiente, honrado, inteligente, fiel a sus ideales, que no le importaban ni el poder, ni el dinero, pero señor Pablo Milanés ¡no diga que el Che era un "paradigma de ternura y un ejemplo de amor"! porque entonces todos los que usan la violencia para buscar la paz y que en realidad son los que hacen que este dichoso mundo nunca esté en paz, terminarán siendo santos. La ternura y el amor están muy lejos del horror y la muerte que producen aquellos que utilizan las armas contra el prójimo. A no ser que el señor Milanés llame ternura y amor a otra cosa. Si es así, entonces en Irak ahora se encuentran los guerrilleros y soldados más tiernos y amorosos del planeta.

Carlos A. Ochoa Blanco, Gijón, Asturias, España


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