| domingo, 21 de noviembre de 2004 | La suerte de la asistencia económica y militar de Washington Bush llega a Colombia para reforzar la lucha contra el narcoterrorismo El presidente de EEUU estará unas horas en Cartagena de Indias, donde se reunirá con Alvaro Uribe Bogotá. - Cuando mañana los presidentes George W. Bush y Alvaro Uribe estrechen por primera vez sus manos en suelo colombiano la alianza bilateral contra el narcotráfico habrá entrado en su etapa de definiciones. Ese mismo día uno de los barones de la droga, Gilberto Rodríguez Orejuela, de 65 años, podría estar en o siendo trasladado hacia EEUU, donde deberá responder ante cortes de la Florida y Nueva York por su reincidencia en el tráfico de drogas.
La aparente casualidad adquiere un valor simbólico en el justo momento en que a kilómetros de Bogotá, de donde saldrá el confeso narcotraficante, los dos más estrechos aliados en la región contra las drogas y el terrorismo, Bush y Uribe, se sentarán a discutir sobre el futuro de su alianza.
De los resultados del encuentro dependerá la suerte del Plan Colombia contra las drogas y las guerrillas izquierdistas, la iniciativa que desde hace cuatro años marcó un punto de inflexión en una lucha que pese a sus éxitos todavía genera dudas en ambas orillas, especialmente entre círculos estadounidenses que siguen temiendo un desembarco de sus tropas en selvas colombianas.
La llegada de Bush, quien permanecerá en el puerto caribeño Cartagena de Indias unas cuatro horas, es vista por el gobierno colombiano como una oportunidad inmejorable para obtener la ampliación hasta 2009 de la estrategia, que debe expirar el año entrante y cuyo componente militar fue extendido por la Casa Blanca a la lucha contrainsurgente. En los últimos cuatro años, EEUU ha desembolsado más de 2.600 millones de dólares para el Plan Colombia, representados en su mayoría en equipos y asesoría militar.
Según Uribe, la tarea iniciada hace cuatro años bajo la administración de Andrés Pastrana aún está a mitad de camino y se requiere un nuevo impulso para conseguir eso que se le ha convertido en una obsesión: una Colombia sin narcotráfico y sin terrorismo.
Desde que se puso en marcha el Plan Colombia se han erradicado unas cien mil hectáreas de narcocultivos, de 170.000 la cifra pasó a 60.000, siendo 2003 el año más efectivo al erradicarse 125.000 hectáreas de hoja de coca y 3.830 de amapola, según cifras de ambos gobiernos.
Simultáneamente, las autoridades colombianas han intensificado su persecución contra las bandas de narcotráfico, el decomiso de alijos y la destrucción de complejos cocaleros, en un alto número custodiados u operados directamente por guerrilleros y paramilitares, que todavía encuentran en el negocio ilegal su mayor fuente de recursos.
De acuerdo con entidades internacionales como la ONU, solo las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, marxistas) perciben unos 490 millones de dólares al año producto del tráfico ilegal de drogas.
Por eso Uribe, empecinado como ningún otro gobernante en la derrota militar de los rebeldes, le ha otorgado a la cooperación norteamericana una altísima prioridad incluso por encima de las relaciones con sus vecinos, no en vano su gobierno fue el único en Sudamérica que respaldó la guerra contra Irak. "Es importante que este tema no se deje a mitad de camino. Colombia ha cumplido en la erradicación de la droga bajando las plantaciones de 180 mil a más o menos 65 mil. Por eso ante esos resultados positivos consideramos que la cooperación de EEUU debe ampliarse", indicó Uribe el miércoles durante una entrevista radial.
Las puertas abiertas El mandatario había formulado una petición similar a su colega estadounidense el pasado 22 de marzo durante una visita a Washington. Si bien Bush no accedió inmediatamente, por lo menos dejó abiertas las puertas a seguir cooperando con el gobierno de Bogotá. A los resultados que tiene por mostrar en materia de erradicación el gobierno le suma su récord en extradicciones de más de 200 en 27 meses, entre ellas la de Gilberto Rodríguez Orejuela, alias «El Ajedrecista», quien podría ser entregado a la Justicia norteamericana el mismo día que Bush llegue a Colombia.
Sin duda la extradición del mayor de los hermanos Rodríguez Orejuela, jefes del extinto cartel de Cali, responsables en su momento del envío del 80 por ciento de cocaína a EEUU, es un trofeo que apetecen ambos gobiernos. El de Colombia porque le asegura la palmada de felicitación (y posiblemente algo más rentable) de su aliado, y el de Washington porque habrá demostrado que si es posible derrotar el narcotráfico sin legalizar su consumo, como lo sostienen dirigentes, intelectuales de gran parte del mundo. (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Controles de seguridad en el puerto de Cartagena. | | |