Tenis: Coria y Gaudio, derrotas con saldo diferente en el Masters

Los tenistas argentinos Guillermo Coria y Gastón Gaudio cerraron con sendas derrotas su participación en el Masters de Houston, pero como canta Fito Páez, entre ellos, "hubo una cuestión de actitud".

Primero fue Gaudio, con su andar cansino y pocas ganas de jugar. Fue 6/2 y 6/1 contra el australiano Lleyton Hewitt en sólo 59 minutos. Después vino el Mago Coria que le jugó un set de igual a igual al norteamericano Andy Roddick para un entretenido 7/6 (7-4 en el tie break) y 6/3, en una hora y 26 minutos. La imagen que dejaron uno y otro fue de tanta diferencia como el blanco y el negro.

Coria aclaró hasta el hartazgo que vino a Houston a sumar minutos después de casi cuatro meses de inactividad, pero dentro de la cancha peleó cada punto, cada bocha como si fuera la última. No está fino, es cierto, pero más de cien días sin jugar dejan, lógicamente, una huella que se irá borrando con los torneos.

El primer set de Guillermo fue fantástico. Jugó más profundo, acertó más que en sus anteriores presentaciones con los cambios de ritmo y estuvo más preciso con los drops. En lo ajustado, Roddick lo definió en el tie break con 3 aces, en total metió 15.

En el segundo parcial, Coria bajó el ritmo y, Roddick, que en su país juega al 110 por ciento, lo hizo y pintó otro partido. El rápido 5-0 pareció injusto.

Luego, Coria, metió tres games al hilo, devolvió con la precisión de un cirujano en el séptimo game cuando quebró y terminó con un digno 6-3.

En contraste con esto, lo de Gaudio fue muy pobre. Sin dudas, ante Hewitt, redondeó su peor performance en un Masters donde se fue con apenas 17 games ganados, un promedio menor a seis juegos por partido.

Ayer, apenas, dejó un globo impecable en el segundo set. Un par de drops muy eficaces y media docena de reveses made in Gaudio. Nada más.

Fue impotente con su servicio (deberá trabajar muchísimo en ese rubro, hizo 5 dobles faltas, tres en el game final del set inicial) y Hewitt lo atacó siempre.

Las diferencias fueron claras. Hasta en lo que se gritaban. El australiano, que vive un excelente momento, gritó varias veces "come on" y hasta festejó con el público una media vuelta espectacular en el mejor punto del cotejo. En cambio, el argentino, ante uno de sus 20 errores no forzados, protestó: "Pégale bien de revés aunque sea una vez, tarado". Así el 6/2 y 6/1 no tardó en llegar y de ninguna manera resultó extraño. (DyN)

El primer set del Mago fue muy bueno. En el segundo sintió el esfuerzo.