Las estrellas prefirieron no hablar de política

A sólo dos semanas de las elecciones en Estados Unidos, la política estuvo prácticamente ausente en la ceremonia. Sobre el escenario del auditorio Shrine de Los Angeles hubo más espacio para la diversión que para la política, salvo por las excepciones del cantante country Toby Keith y el rockero Billy Idol. Keith, muy popular en su país y un defensor de la guerra de Irak, saludó frente a millones de espectadores "a nuestros hermanos en las fuerzas armadas". Billy Idol, por el contrario, no pudo dejar de comentar, al anunciar un número de Snoop Dogg, que el rapero pertenece al "Partido Gángster". "Ese es el partido que yo hubiese votado", dijo irónicamente el cantante. En cambio, estrellas como Sheryl Crow, Alicia Keys y Bon Jovi, que se habían mostrado como fuertes partidarios de John Kerry, no hicieron ni la más mínima alusión a los "cuatro años más" para Bush que se acaban de iniciar.