| domingo, 14 de noviembre de 2004 | Se realizó la tercera exposición de alumnos de Administración de Empresas El semillero de los emprendedores Los proyectos de los estudiantes apuntaron al mercado interno y a la articulación con la ciencia Marcos Cicchirillo / La Capital El incremento de la actividad económica regional, con la proliferación de shoppings y templos del consumo, parece haber despertado nuevas oportunidades de negocios, a raíz de preguntarse cómo abastecer esa demanda, más sofisticada, de forma estable y con estándares de calidad. La respuesta fue hallada en especies consideradas exóticas, pero que en realidad, son autóctonas, de acá.
Esto es parte de lo que se pudo ver este año durante la tercera jornada de exposición pública de proyectos de inversión y planes de negocios que realiza anualmente la cátedra de Evaluación de Proyectos de inversión de la licenciatura de Administración de Empresas de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística. Proyectos para la cría y comercialización de ñandúes, pejerreyes, o productos menos locales, pero con fuerte demanda, como truchas, jabones de glicerina o alcaparras.
Como verdaderos ejecutivos, vestidos de saco y corbata, con una notebook y powepoint como armas, los estudiantes del último año de la carrera expusieron el viernes pasado planes de negocios más relacionados con la industrialización de producciones primarias hasta su llegada a la góndola o al plato de un restaurant o de un hotel. Como los empresarios, este año miraron un poco más al mercado interno, pero no descuidaron las posibilidades de colocar los productos tranqueras afuera.
También despertaron interés los planes de negocios relacionados con la construcción y explotación de una residencia universitaria o la fabricación y comercialización de equipos calentadores de agua por energía solar para uso domiciliario. También los proyectos de feed lot a corto plazo, producción agropecuaria integrada o el sistema de riego suplementario.
Cada vez más ajustados a la realidad y la región, los proyectos acaparan más la atención de potenciales inversores, de contadores que quieren ofrecer otros productos además de llevar los libros de contabilidad a sus clientes, y de personas que se dan una vuelta para ver si pueden sacar una idea. Año a año, la curiosidad convoca a más gente.
"Vengo para ver si hay algo interesante en qué invertir", señaló un empresario, que dijo haber llegado atraído por algunos de los títulos de los proyectos, y que aprovechó la pausa de una de las presentaciones para consultar sobre distintos proyectos.
Vuelve la industria Adrián Tarallo, responsable de la jornada y docente de la cátedra donde los alumnos elaboran los planes de negocios, reconoció que después de una vuelta al campo tras la devaluación y a la sustitución de importaciones, los proyectos en el 2004 se concentraron más en los procesos industriales.
Tarallo resaltó que varios proyectos están en la mira de inversiones, como son los casos de un par de grandes cadenas de supermercados minoristas y otra mayorista, o del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBR) y de particulares. En rigor, existe una creciente interacción con otras facultades, centros de investigación científica y órganos de gobierno, que encuentran en esta movida una oportunidad para realizar estudios de viabilidad económica, en lugar de hablar en el aire sobre las potencialidades de tal o cual producto o proceso industrial.
Sobre la viabilidad de los proyectos, recordó que ya se concretaron varios de los planes de negocios presentados en encuentros anteriores y que otros están en etapa de evaluación por parte de inversores o instituciones. En otros casos, a pesar de que los proyectos no llegan a tomar cuerpo, sí sirven de base de consulta para productores y potenciales inversores que se interesan en ese tema.
Tarallo también dijo que la puesta en práctica de los conocimientos por parte de los alumnos, que deben salir al "mercado" para armar los proyectos, vuelven hacia adentro de las cátedras, donde se revisa esa experiencia. La otra ventaja es que este tipo de experiencias fogonea el espíritu emprendedor en los jóvenes.
Dentro de los parámetros que debían cumplir para aprobar el proyecto, los estudiantes debían plantearse iniciativas con una tasa de retorno que tenía un piso del 13%. En la mayoría de los casos, ese precepto era superado.
La decana de Económicas, Alicia Castagna, reconoció durante el acto de apertura que aún la Universidad debe alcanzar una "mayor conectividad con el sector productivo". Este año se sumaron a las jornadas instituciones como el Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice) y el Rofex.
Desde 1996, cuando se implementó por primera vez esta modalidad la calificación de los alumnos de la carrera de administración de empresas, se armaron más de 80 proyectos. No todos corrieron la misma suerte. Aún así, los involucrados consideraron positiva la experencia. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los jóvenes emprendedores buscan opciones para su destino. | | |