| sábado, 13 de noviembre de 2004 | Torneo Molina: Renato Cesarini venció a Newell's por penales 4 a 2 Mariano Berezncki / La Capital Como si se tratara de una producción cinematográfica al mejor estilo Hollywood, los Indios coparon el Fortín con la garra que los caracteriza y se quedaron con todos los laureles. Renato Cesarini venció ayer a Newell's por 4 a 2 en la definición de los penales, habían salido 2 a 2 en tiempo reglamentario, se quedó con el torneo Clausura y, por ende, se proclamó campeón del Gobernador Molinas porque ya se habían hecho acreedores del Apertura. No hay dudas, los de Alvear, demostraron ser los mejores de la temporada en la Rosarina.
Partido vibrante hasta el pitazo final. Los dos tenían el mismo objetivo pero la gloria sería para uno solo. Y fue para Renato. Porque ayer, en barrio Ludueña, dejó de rodillas al buen conjunto de Newell's y se quedó con el Clausura. Fue un año redondo para los Indios.
En cuanto a las situaciones de riesgo, Cesarini llegó a la apertura del marcador a los diez minutos de haber comenzado la función vía un golazo del delantero Carlos Gómez.
Pero la Lepra no se quedó con los brazos cruzados y encontró la igualdad después del cuarto de hora por intermedio de Enzo Villalba. Tanto Ñuls como Renato no se guardaron nada hasta que se fueron al descanso. Es más, los dos buscaban permanentemente, con muchos pelotazos por cierto, el arco rival.
En la segunda mitad los rojinegros pudieron estirar las cifras mediante un testazo solitario de Germán Rivera. Aunque los festejos le duraron poco al pueblo leproso porque cinco minutos más tarde, y ya con un hombre menos, Renato alcanzó a equilibrar la balanza merced a un impecable tiro libre lanzado por el ecuatoriano Jesse Biojo Vivas, la figura de la cancha.
Los dos mejores del segundo semestre estaban frente a frente. Rojinegros de un lado y aurirojos del otro. El duelo estaba pactado a 90 minutos. Pero como terminaron 2 a 2 debieron definir el campeón desde los doce pasos.
Y ahí, los Indios tuvieron mejor puntería, a pesar de que Alasia le atajó el primer tiro a Ortellado. Lovera convirtió para Newell's y por un momento parecía que el Clausura se teñiría de rojinegro.
Pero Cisneros niveló el marcador. A eso, hay que sumarle que Gonzalo Pereyra quiso fusilar a Vidal pero terminó mandando la pelota afuera. La serie estaba empatada.
Luego, llegó el turno de Berón y puso las cosas 2 a 1. Villalba decretó 2 a 2. Romero adelantó a Renato con un remate sutil. Pero Rubortone mandó a las nubes su disparo y le dejó servido el título a Cesarini. Y el que aprovechó para desatar la vuelta olímpica fue el defensor puntano Maximiliano Morales Páez.
Fue entonces que la desazón se adueñó de las almas leprosas y la felicidad de Renato. Sí, el mismo que no lograba el Molinas desde el 97. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El momento más esperado. | | |