"La solución es el compromiso y la voluntad política"

El presidente comunal de Chabás, Osvaldo Salomon, se ha convertido por la fuerza en uno de los principales expertos sobre delito rural en la región. Desde que hace más de dos años comenzó a denunciar al llamado clan Bakota en diversos delitos relacionados con el robo de granos y evasión, un tortuoso derrotero por pasillos judiciales y políticos lo llevó a obtener disímiles resultados. Por ejemplo, que en la última cosecha de soja el gobierno nacional ordenara un megaoperativo de control de rutas en la región. Otros resultados fueron menos alentadores. Esta semana Salomon puso a disposición de la comisión de fomento de Chabás su renuncia en caso de que la querella iniciada por las personas a las que denunció prosperen y tengan un costo económico para el Estado comunal.

"Hace dos años y medio que vengo denunciando todo lo que tiene que ver con los problemas alrededor del comercio de granos, tenés un tipo con veinte causas y nunca va adentro pero de paso se ofenden y te hacen juicio. Y ahí sí la Justicia opera con rapidez. En el argumento de la denuncia, incluso dice que cuando cuestiono a la Justicia por lentitud incurro en el delito de desacato y se va en elogios a la juez y al fiscal", se quejó.

-¿El problema de la seguridad rural se soluciona con más fondos o con voluntad política?

-Si no somos capaces desde la fuerza pública de defender al productor agropecuario para que no le roben la soja, los animales, para que no lo ataquen en sus establecimientos, nunca vamos a terminar con esta historia. En primer lugar hay que avanzar en el control de rutas. El operativo organizado durante la cosecha gruesa dio resultado pero ahora se viene el trigo y no sé si habrá continuidad. Pero además esos operativos deben servir para reunir información y actuar sobre las bandas. El que denuncié es un caso testigo. Es gente que se compró todos los boletos. Y si no se puede hacer nada con esto, qué se puede esperar de los que están más escondidos.

-Durante la reunión en la Sociedad Rural de Rosario se analizó un proyecto que le daría más participación a los productores en las tareas de control.

-En Chabás hemos creado esa comisión y funciona bien. Los productores y la comuna aportan con los gastos y se trabaja en conjunto. Ahora, en primer lugar, de poco sirve ese control si cuando desplazás a un funcionario que hace las cosas mal termina trabajando a los pocos días en un pueblo vecino. Por otro lado sí existe un problema de fondos. Después de dos hechos muy graves que hubo en la zona logramos que se instalara la delegación de Los Pumas. Compramos el edificio, pagamos el combustible y les pusimos un celular porque no tenía teléfono. La realidad es que la policía de Chabás no recibe un peso de combustible y la Guardia rural 250 litros por mes. La provincia entregó dos camionetas nuevas pero el service lo pagamos nosotros. El teléfono fijo, hace siete meses que nos lo prometieron. La otra cosa es el compromiso de los presidentes de comuna. Yo me compré estos problemas porque entiendo que es mi deber como funcionario público denunciar lo que está mal.

-¿La inseguridad rural está ligada también a la evasión?

-Algunas son las mismas organizaciones pero no todos los acopios que compran en negro compran mercadería robada. Sí es igual la metodología para ingresarla al circuito comercial, que es a través de alguien que te preste un nombre. Si bien no es lo mismo un delito impositivo, que hay que perseguirlo, que entren a golpear a los productores a su casa, sí es verdad que a veces el productor no se da cuenta que por conseguir un peso más está alimentando un sistema que luego le cae encima. Muchos robos son en casas de gente con efectivo. Y un acopio serio no paga en efectivo.