 | viernes, 12 de noviembre de 2004 | Romario le dijo adiós al scratch y prepara su despedida definitiva El brasileño Romario dio un nuevo paso hacia su retirada definitiva del fútbol disputando un partido ante México junto a sus compañeros con los que logró el tetracampeonato en 1994, y que terminó con la victoria de Brasil 2-1 en la que también fue la despedida del arquero mexicano Jorge Campos.
Los Angeles, escenario de la final del Mundial de Estados Unidos en 1994 entre Brasil e Italia, que coronó a Romario como campeón del mundo, fue el escenario en el que se disputó el encuentro. Aunque oficialmente sólo era su despedida del escenario internacional, lo cierto es que es un paso más para su lenta retirada definitiva, ahora que está a punto de cumplir 39 años.
Campos, que actualmente es auxiliar del técnico de la selección mexicana, Ricardo Lavolpe, vio eclipsada su despedida por la figura de Romario, pero afirmó que con la despedida, sí definitiva en este caso, cierra una etapa importante en su vida como jugador.
"Todo se acaba, toda diversión tiene un fin, disfruté mucho lo que hice en la cancha", afirmó el mexicano. "Ahora veré todo desde otro lugar", dijo. "Estoy agradecido con el cariño de la gente, no sólo ahorita, sino de hace muchos años. Eso es algo que me llevo del fútbol como jugador".
El ex portero de la selección mexicana señaló que el partido de despedida fue un "partido muy especial", que le permitió reencontrarse con sus antiguos compañeros en el Mundial de 1994.
Pero Romario fue el protagonista dentro y fuera del campo. "No es mi último partido ni mucho menos", dijo poco después de concluir el partido. Romario se mantiene en su idea de seguir jugando al fútbol. Durante el encuentro dio muestras de su calidad técnica y después también del carácter imprevisible y polémico que le acompaña desde sus inicios.
"Cuando nací, Dios me señaló con su dedo desde el cielo y dijo: éste es el hombre", dijo Baixinho entre otras cosas. "Después de Pelé soy claramente el segundo mejor jugador de la historia del fútbol brasileño", añadió para avivar la polémica a este respecto que mantiene con Zico y Ronaldo.
Romario, que fue elegido mejor jugador del mundo en 1994 y máximo goleador del Mundial de ese año en Estados Unidos, se despidió con dos goles y muchas lágrimas. Tras marcar en los minutos 61 y 85, fue cambiado y se despidió de la afición dando una vuelta a todo el campo ante 30.000 personas.
Las lágrimas del astro brasileño eran de alegría, un rayo de luz en un final de carrera demasiado oscuro. Su vida como futbolista profesional toca a su fin. Pero no sólo en el plano deportivo, en el personal y en el financiero tampoco atraviesa por un buen momento.
A comienzos de octubre fue despedido de su club, el Fluminense, por su falta de rendimiento en los entrenamientos y en los encuentros. "Se trata de rendimiento, pero también de un comportamiento ético. Con él hace tiempo que las cosas no funcionan", dijo en su momento el presidente del Fluminense, David Fischel.
Las salidas nocturnas fueron un detonante y una constante a lo largo de su carrera. Medios brasileños informaron que incluso el día antes del partido en Los Angeles, Romario regresó al hotel a las cuatro de la madrugada, hora local.
"En Los Angeles ha mostrado que está en tan baja forma como el resto de sus compañeros retirados hace tiempo como Branco, Bebeto, Dunga y Jorginho", escribió ayer en su edición de Internet el diario Folha. "Debería dejarlo ya", cita el rotativo la recomendación del seleccionador nacional, Carlos Alberto Parreira.
En su vida personal en agosto pasado fue condenado por no pasar la pensión alimenticia a sus dos hijos con su ex mujer Mónica. El delantero tiene en total cinco hijos. "Suficiente", dijo hace pocas fechas, antes de esterilizarse.
En el plano financiero, se desconoce la fortuna del "supuesto" multimillonario Romario. La justicia investiga la bancarrota de la firma Romario Sports & Marketing, aunque clubes como Flamengo y Vasco todavía le deben dinero.
Romario ha disputado 1.011 partidos y ha marcado 905 goles. Con la camiseta verdeamarelha marcó 55 goles en 73 partidos y sólo Pelé tiene más tantos, 95. "Siempre quise romper, al igual que Pelé, la marca de los 1.000 goles, pero esa cifra queda lejos", dijo Romario, que aún dispondrá de partidos hasta que ponga fin a su carrera definitivamente. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El astro brasilero. | | |