 | viernes, 12 de noviembre de 2004 | Dos azulgranas de corazón canalla Germán Herrera y Ezequiel Lavezzi quieren ganarle a Newell's y prenderse en la conversación Rodolfo Montes / La Capital "San Lorenzo sale a ganar. Para colocarse más cerca de la punta, y para bajar a Newell's", anuncia Germán Herrera, sin recodos discursivos, y sin ocultar su sonrisa entre inocente y desafiante; que le brota desde el alma, y que el Chaqueño -nacido en Ibarlucea- ya no querrá ocultar.
El pibe de 19 años asume una actitud profesional y no hay pregunta que le arranque una frase de fanatismo. Pero cada vez que se le hace referencia que su próximo rival será Newell's y que en Central todos esperan que él rompa con goles la ilusión leprosa por el campeonato, Ezequiel Lavezzi deja escapar sutilmente su pasión canalla. Sólo se permite leves sonrisas, pero en esos momentos sus ojos brillan distintos.
El Bambino Veira pondrá hoy ante Newell's a la dupla delantera Lavezzi-Herrera, dos pibes criados en el Gran Rosario y confesos hinchas fanáticos de Central. Todo un condimento para los chicos, y para el partido.
En la rueda permanente de posibilidades que ofrece este torneo Apertura, Herrera tendrá hoy otra buena chance para tratar de reparar su carencia de gol.
Germán sabe que si le tocara festejar se aliviaría de propias presiones, alegraría los corazones santos y, por último, ofrecería un fin de semana reposado a miles de hinchas no involucrados directos en la contienda en el Nuevo Gasómetro (canallas, gallinas, pinchas... y siguen los nombres).
Germán Herrera y Ezequiel Lavezzi caminaron por el césped del Nuevo Gasómetro junto a Ovacion. Y enseguida, Germán se acordó de los amigos de Rosario: "Cuando tengo un par de días, me voy con mi novia a Rosario", confiesa. Y agrega: "Me veo con el Loncho Ferrari, con Andrés Díaz y con Emiliano Papa, que son mis grandes amigos de Central, que en estos días me pidieron especialmente que haga todo lo posible para bajar a Newell's" revela, entusiasmado.
Y Ezequiel, aunque hace todo para ser políticamente correcto, cuesta creer que esta noche se olvide de sus tardes en la popular del Gigante. Y si se piensa en los dos tatuajes que tiene en su espalda, un escudo de Central y un dibujo de un canalla matando a un leproso, parece lógico que cuando tenga enfrente a las camisetas rojinegras la sangre le correrá más rápido por las venas.
Tanto que reconoce que cuando le dieron para elegir un club de primera como Newell's y otro del ascenso, como Estudiantes de Buenos Aires, eligió la opción menos profesional pero para él la más saludable porque ese parece ser su límite: ha dicho que no jugaría de local en el parque Independencia ni por toda la plata del mundo.
Justamente, asegura que la plata no es lo que lo desvela, por ahora. Quizás la relativiza a partir de su experiencia, porque mientras ganaba 100 pesos por mes, el Genoa de Italia lo compró por 1.200.000 euros, y después lo cedió a préstamo a San Lorenzo.
Por eso, Ezequiel hoy hasta se permite revisar polémicas decisiones del pasado, como cuando se enojó con Griffa en un entrenamientos de Boca, en 2002. "Quizás fue culpa mía", dice ahora con humildad, pero en aquel momento, a punto de pasar a quinta división y quedar a tiro para debutar en primera, se volvió a Rosario.
Y a esta actualidad en tierra azulgrana la vienen remando. Herrera dice estar "muy bien, porque desde que llegué jugué siempre. Por supuesto, me está faltando embocarla (convirtió un solo gol pero jugó todos los partidos del torneo). Para eso se necesita paciencia y seguir trabajando. Imagino que el viernes (por hoy) va a ser una linda oportunidad para meterla".
Lavezzi está más afilado y sostiene que "el fútbol es siempre igual en todos lados. Uno trata de jugar siempre igual. Por lo menos yo pienso eso. Por ahí acá tenés más responsabilidad que allá, cuando jugaba en Coronel Aguirre, pero es siempre lo mismo".
"Se me dio todo muy rápido y por suerte no desperdicié la chance que me dieron", reconoce antes de aceptar que el partido contra River fue una mini consagración: "Puede ser. Fue el partido que me solté y después lo seguí haciendo. Pero ya venía cumpliendo bien".
El Chaqueño también entiende que su juego no cambió pero "en San Lorenzo me siento un poco más expuesto, más mirado".
"Creo que de a poquito uno se va soltando más, cada vez se adapta mejor a la primera, así que a mi entender puedo andar un poco mejor", reconoce también Ezequiel, quien desde que está en Buenos Aires ya fue citado y se mostró en la selección Sub 20 -cuando estaba en Estudiantes de Caseros-, pero ahora no ha tenido contacto con Pekerman y sus colaboradores.
Y esta noche los dos canallas tendrán un desafío extra al de ganarle a Newell's, que es hacerlo para que San Lorenzo todavía pueda aspirar al título.
"Quedamos un poco lejos pero no resignamos las chances, pelearemos hasta el final. Somos chicos jóvenes que estamos adaptándonos y aprendiendo cosas. Llegaremos hasta donde podamos en este campeonato y después pondremos todas las fichas en la Copa Libertadores", sostuvo Herrera.
Mientras que Ezequiel cree que "en Rosario nos vamos a dar cuenta si estamos para pelear el campeonato. Newell's es duro y difícil, está arriba y es un rival directo. Cualquiera de los dos va querer ganar así que ojalá seamos nosotros".
Hoy se podrá ver si el Chaqueño y el pibe nacido futbolísticamente en Coronel Aguirre le dan una alegría a su San Lorenzo de hoy, e indirectamente, al Central que van a querer siempre. Por ahora apenas lo sueñan y se entusiasman cuando se les pregunta si esperan algún gol en especial. Y coinciden: "Ojalá, si puedo hacer un gol para ganarle a Newell's mejor". enviar nota por e-mail | | |