 | viernes, 12 de noviembre de 2004 | Renace la educación técnica El país está cambiando y la salida de la crisis ya ha comenzado a recorrerse. Pero se trata de una transformación tan necesaria como lenta, dada la profundidad que registró la caída. Lo que se necesita para emerger, sin dudas, es un nuevo modelo, basado en la producción y no en la especulación, cimentado en la recuperación de la cultura del trabajo y del perdido perfil productivo. Para ello es fundamental que la educación acompañe, a fin de lo cual debe ser rejerarquizada y rediseñada. En función de ese propósito hay que valorar como muy positiva la noticia que abrió la tapa de ayer de La Capital: la aprobación de un plan a nivel nacional para que la formación técnica tradicional retorne.
Los largos años de desmantelamiento del aparato productivo han dejado trágicas huellas. En el terreno pedagógico, la ley federal de educación sancionada hace más de una década, en 1993, se erigió como una especie de obituario definitivo para aquel país que crecía no sólo al compás de su agricultura y su ganadería, sino de una pequeña y mediana industria pujante. Rosario y su hoy devastado cinturón industrial fueron símbolo de aquella época. En ese marco, numerosa mano de obra calificada -léase técnicos- egresaba de las escuelas especialmente creadas para formarlos. Dicho esquema es el que ahora se trata de resucitar.
Sucede que al compás de la reactivación, la demanda de trabajadores especializados se ha incrementado. Y en este momento, su ausencia es una de las más perceptibles y dolorosas dentro del mercado laboral.
Además de la reformulación específica de la norma jurídica, que permitirá construir planes de estudio integrados que den como resultado un título técnico, también se presenta como valiosa la creación de un fondo económico destinado a financiar el sistema. Porque las escuelas técnicas distan de ser "baratas": demandan maquinaria, insumos e instalaciones de alto costo, además de capacitación permanente.
Si la Argentina pretende consolidar y ahondar este aún frágil e incipiente proceso de crecimiento, es esencial que deje de confiar en sus "commodities" como vía exclusiva para el ingreso de divisas: la cosecha de soja no puede ni debe ser la receta única. Corresponde agregar valor agregado a los productos primarios, pensar, crear: tal como lo asegura el proyecto presentado por la cartera educativa, se debe promover y revalorizar la incorporación del conocimiento científico y tecnológico para dinamizar los procesos económicos. enviar nota por e-mail | | |