 | viernes, 12 de noviembre de 2004 | El cazador oculto: Un evento social de ciencia ficción Ricardo Luque / La Capital "Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana..." Mientras la leyenda se pierde en el espacio, los bronces de John Williams encienden una melodía épica y un mundo de aventuras se abre a la imaginación. Sí, "La guerra de las galaxias", la mejor saga de ciencia ficción de Hollywood. ¿Quién no la conoce? Nadie. Su historia y, sobre todo, sus personajes son una referencia obligada de la cultura popular. Son verdaderos arquetipos que le caen como anillo al dedo a los personajes que forman el elenco estable de cuanto cóctel se organice en la ciudad. Y ahí estuvo el lanzamiento de la Expochacra para probarlo. Infaltable, como siempre, el intendente Miguel Lifschitz. Firme, atildado y de movimientos robóticos es el perfecto Artoo Deetoo. ¿Cómo hace para estar en todas partes todo el tiempo? Acaso el socialismo desarrolló una técnica secreta para la clonación humana. O simplemente el hombre, como el escudero de Luke Skywalker, está siempre listo. Como el productivo Cacho Madoeri, que de un tiempo a esta parte no se separa del lord mayor ni por un instante. Igualito que el androide dorado C-3PO, aunque algo torpe, pero desbordante de humor. El compañero ideal para una reunión social. Se lució con su traje nuevo en los salones del Hotel Ariston entre tanto chacarero de piel curtida, camisa a cuadros y vaqueros. Entre ellos, el gordo Horacio Çaró no desentonaba. Transpiraba como si hubiera pasado la tarde al rayo del sol arriba de un tractor. En la saga de George Lucas hubiera sido un perfecto Jabba el Hut, el malvado batracio alienígena que vive mortificando a Han Solo. El pirata interestelar, héroe indiscutido de la historia, esa tarde era el personaje ideal para Joe Cavazza. Sí, el entrevistador de "Más allá de las máscaras", un hombre que disfruta el peligro hasta cuando le toca seguirle los pasos al gobernador y queda atrapado sin salida en medio de una fiesta en la que sólo se habla del "boom de la soja" y no hay acción en el horizonte. Desde su regreso de Cuba, tostado y con una silueta que le envidiaría el mismísimo Pancho Dotto, Jorge Obeid, tiene el fisic du role justo para encarnar al Conde Dooku, un patricio galáctico que, seducido por el lado oscuro, renuncia a ser Jedi. ¿Y la princesa Leia? enviar nota por e-mail | | |