| viernes, 12 de noviembre de 2004 | Ningún rincón de la sala de espectáculos quedó afuera del plan de obras Trabajan contrarreloj para poder terminar la refacción de El Círculo Los nuevos equipos de aire acondicionado se pusieron en marcha anteayer por primera vez sin inconvenientes Carina Bazzoni / La Capital De día, de noche y también los fines de semana. Así se trabaja en el teatro El Círculo para concluir los trabajos de remodelación a los que se sometió la sala que será sede central del III Congreso Internacional de la Lengua Española, que se desarrollará desde el 17 al 20 de este mes. Y si bien las tareas más importantes ya están listas, estiman que los detalles se terminarán recién el lunes. Es que, en sus cien años, el teatro nunca se había sometido a una puesta en valor de tal magnitud de la que no salió ileso ninguno de sus rincones. En total se invirtieron unos tres millones de pesos, aportados en su mayoría por donaciones de empresas privadas.
Por estos días, El Círculo emula a una fábrica en sus momentos de mayor producción. Albañiles, electricistas, herreros, técnicos, arquitectos, estudiantes de Bellas Artes, van y vienen, consultan planos, hacen observaciones, dan órdenes.
Las obras de mayor envergadura, como la recuperación de techos, paredes, fachada y la instalación de aire acondicionado, ya están concluidas. Anteayer se puso en funcionamiento el sistema de frío y los técnicos comprobaron que la marcha de los equipos no entorpecía la acústica de la sala, ni producía vibraciones.
También se terminó la restauración de los frescos y los relieves de la sala principal y el hall de ingreso, y las barandas y cielorrasos de los balcones de plateas, tertulias y paraíso. Las butacas originales, totalmente recuperadas, ya están instaladas, lo mismo que las nuevas que se distribuyeron en las plateas.
Sin embargo, por donde se mire todavía hay alfombras viejas que cubren las nuevas, otros rollos de alfombras que esperan su turno para ser colocadas, albañiles que pulen bronces, pintores que retocan marcos de puertas o ventanas, electricistas que acomodan cables. "Vamos a llegar bien, sólo nos quedan tareas menores, los últimos detalles", tranquilizó el presidente de la Asociación Cultural El Círculo, Guido Martínez Carbonell, mientras recorrió ayer con La Capital el teatro.
Y cuando se le preguntó si hubiera sido necesario empezar las obras con mayor anticipación se quedó pensando. "No sé, quizás hubiéramos llegado más tranquilos, pero somos argentinos y estamos acostumbrados a trabajar bajo presión", respondió.
Por supuesto esta metodología laboral deja más de una anécdota. Y una de las mejores ocurrió justo ayer por la mañana cuando llegaron al teatro las computadoras que se instalarán en la sala de prensa. "Miramos las cajas y nos preguntamos quién las va a subir, entonces llamamos a los jugadores del equipo de rugby de Gimnasia y Esgrima que cargaron todo en tiempo récord y sin cobrar un peso", relató Carbonell.
Una refacción histórica En sus cien años de historia el teatro nunca se había sometido a una puesta en valor de esta magnitud. "Se hicieron arreglos y trabajos parciales, pero nunca pudimos emprender este tipo de obras", señaló el presidente de la Asociación Cultural El Círculo, para confesar después que "un año atrás ni siquiera podíamos pensar en desarrollar este tipo de proyectos".
Por esto, la realización del Congreso de la Lengua y el hecho de ser la sede central del evento vino como anillo al dedo. Rápidamente, la vicegobernadora de la provincia, María Eugenia Bielsa, convocó al empresariado local y nacional para sumar los fondos necesarios para poner en marcha las obras.
Y la tarea dio sus frutos: 76 firmas rosarinas, de otras localidades de la provincia e incluso de Capital Federal aportaron 2,7 millones de pesos. Con estos fondos, más una partida de la provincia de otros 250 mil pesos, se juntaron los 3 millones que demandaron los trabajos de los que ningún rincón del teatro fue ajeno.
Además de la aclimatación, la refacción de techos y fachada, la recuperación de la pintura y ornamentos del hall y la sala principal, y el retapizado de butacas, se cambiaron las alfombras, se limpió el telón y se pintaron sus flecos, se pulieron todos los ornamentos de bronce y los pisos de madera. En el hall se repusieron las venecitas del piso, se pintaron las boleterías, se cambiaron los asientos de las plateas altas, tertulias y paraíso y se construyó un baño para discapacitados.
Se acondicionó el foyer del teatro, se pulieron pisos, pintaron paredes y recuperaron ornamentos de bronce. Y las salas Vila Ortiz y Trilla se pintaron y alfombraron.
Los camarines también se intervinieron, especialmente el número dos que se convertirá el próximo miércoles, durante la sesión inaugural del Congreso, en el camarín de la reina Sofía. Son dos salas contiguas en donde hubo que instalar aire acondicionado, alfombras y hasta reconstruir el baño con sanitarios y ducha.
El patio del museo no quedó afuera del plan de obras y hasta se levantó allí un escenario donde se podrán realizar espectáculos al aire libre.
Y el emprendimiento sumó también a las catacumbas del teatro, donde funciona el Museo de Arte Sacro Eduardo Barnes que fue totalmente refuncionalizado, sumándole nueva iluminación y flamante señalética. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Hasta se pintaron los flecos del telón. | | |