| miércoles, 10 de noviembre de 2004 | Opinión: Un mundial sin precedentes Silvia Lo Presti / La Capital De la mano del descubrimiento del mecanismo por el cual la membrana celular es atravesada por factores externos y que le valieron el Premio Nobel de Química del 2003 a los estadounidenses Peter Agre y Roderick Mac Kinnon surgieron diferentes líneas de investigación que culminaron con el desarrollo de medicamentos c ada vez más "inteligentes". Algunos científicos incluso se aventuran vaticinando que está cada vez más cercana la cura del cáncer o el Alzheimer.
Tal como anticipa el bioquímico O'Halloran que estuvo en Rosario como disertante invitado del curso internacional organizado por el Instituto de Biología Molecular "se trata de comprender los mecanismos más sencillos de la vida para luego entender los más complejos", dice. Y la forma de averiguarlo es a través de bacterias, organismos conformados por una sola célula capaces de enfermarnos en algunos casos, mortalmente. Esa misma bacteria dará la clave a los científicos acerca de por qué enfermamos, por qué algunos antibióticos no son tan efectivos como antes y por qué envejecemos. Lejos de pensar que las mejores cosas ocurren siempre en otro país confirmamos que Rosario es un polo de investigación a nivel mundial y que durante once días reunió a lo más granado de la biología molecular, tres de cuyos exponentes viven y trabajan en la ciudad.
¿Serán las desfavorables condiciones de trabajo de los científicos autóctonos lo que incentiva la creatividad? Eso mismo se preguntan los especialistas extranjeros que nos visitan. Lo cierto es que en Rosario se jugó el mundial de la biología molecular y no lo vimos por televisión. enviar nota por e-mail | | |