El líder del Mijd vino desde Chaco con permiso judicial

Castells regresó a las calles porteñas junto a los piqueteros

Acompañó el pedido de indulto a luchadores sociales. Diputados no debatió la ley de desprocesamiento

En una jornada que devolvió el protagonismo a Raúl Castells (Mijd), los piqueteros duros buscaron ayer recuperar su presencia en las calles: marcharon en apoyo al proyecto de ley que propone la extinción de penas y causas para los luchadores sociales, que no fue tratado en Diputados por falta de quórum.

La sesión convocada para debatir el proyecto de los diputados Ariel Basteiro (socialismo) y Patricia Walsh (Izquierda Unida) fracasó porque sus impulsores apenas reunieron 25 de los 129 legisladores necesarios para habilitar el debate.

No obstante, los piqueteros se concentraron frente al Congreso para exigir "libertad inmediata e incondicional" y "amnistía o desprocesamiento" a los luchadores populares".

Por la mañana, Castells arribó a la terminal de micros de Retiro procedente de Resistencia (Chaco), donde estuvo detenido. Reiteró que, como lo había imaginado, sintió "lo mismo" que Perón en 1972, cuando regresó por primera vez a la Argentina tras su exilio en España.

Luego exhortó a "luchar por todos los medios posibles contra el hambre", reivindicó los cortes de rutas y puentes y les pidió a la CGT y a la CTA que llamen a una huelga "general y nacional".

Castells negó su candidatura para los comicios de 2005. Y aclaró que convocó a todos los peronistas "estafados" por los gobiernos de Carlos Menem y Néstor Kirchner a unirse al Frente de los Trabajadores y del Pueblo, que postulará a su esposa, Nina Peloso, a senadora por Buenos Aires, a quien presentó como "la rival de Cristina Fernández".

Tras movilizarse al Ministerio de Trabajo y la Plaza de Mayo, se sumó al acto del Congreso, aunque se retiró antes de su comienzo. "Estamos un poco cansados", explicó.

La CCC, el MTD Aníbal Verón, el Bloque Piquetero Nacional, Quebracho y la CTA, entre otros, se concentraron frente al Congreso, celosamente custodiado por la Policía Federal.

Castells volvió a compararse con Perón.