La entrañable Bridget Jones se confiesa otra vez en la pantalla

Se estrenó en Londres la saga de la comedia interpretada por Renée Zellweger

Tras convertirse hace cuatro años en un arrollador fenómeno del cine, la insegura, gorda y entrañable Bridget Jones regresó, siempre bajo la piel de la oscarizada Renée Zellweger, en la segunda parte de la comedia "El diario de Bridget Jones", que se estrenó ayer en Londres.

Los principales intérpretes de "Bridget Jones: sobreviviré" -Zellweger, Hugh Grant y Colin Firth- asistieron a su estreno en un céntrico teatro de Londres, ciudad que brilla con todas sus luces en esta segunda entrega de la película. La primera (realizada en 2001 y basada en el libro "El diario de Bridget Jones", de la escritora británica Helen Fielding) obtuvo un sorprendente éxito, recaudando 300 millones de dólares en el mundo.

En el libro, que empezó como una columna en el diario The Independent, Bridget confiesa sus aventuras amorosas, enumera sus siempre vanas resoluciones (perder peso, dejar de fumar, de beber, encontrar un trabajo mejor) y expresa sus miedos a quedarse solterona. El impacto del libro, que fue traducido a 30 lenguas, y del filme, dio nacimiento al término de "generación Bridget Jones" para referirse a las mujeres treintañeras, solteras, profesionales, con piso propio, pero obsesionadas con el cuerpo y con encontrar el hombre que las haga felices.

"Sobreviviré", basada en el segundo libro de Fielding, comienza en el punto donde acabó la primera entrega de la película: Bridget en la cama con Mark D"Arcy (Colin Firth), no ya como una fantasía, sino en la realidad.

Galardonada este año con el Oscar a "mejor actriz de reparto" por "Cold Mountain", Renée Zellweger, de 35 años, engordó 20 libras para interpretar de nuevo a Bridget Jones, en toda su redondez.

El argumento de la segunda entrega tiene algo de más dramatismo, con un viaje de Bridget a Tailandia donde es encarcelada por presunto contrabando de drogas. Pero, al igual que en la primera, Bridget mete constantemente la pata, es torpe e insegura, baraja grandes planes que le salen siempre mal, y está constantemente atrapada y dividida entre lo sublime y lo ridículo.

"Bridget Jones es una antiheroína", afirma Rosalind Gill, profesora de estudios sobre mujeres en la London School of Economics (LSE), al explicar las razones de este fenómeno. "Bridget Jones habla de muchos de los dilemas que enfrentan las mujeres contemporáneas", afirma Gilles.