| martes, 09 de noviembre de 2004 | Programa de placer que terminó pésimo Un hombre de 52 años fue asaltado ayer a la madrugada por al menos tres delincuentes que ingresaron a la pensión en la que vive luego de que una prostituta a la que había contratado lo durmiera, aparentemente con algún sedante vertido en un vaso de cerveza. Los ladrones huyeron silenciosamente con 140 pesos, una videocasetera, un celular y una campera de cuero, entre otras vestimentas que había en un valija de viaje.
El domingo a la noche, Osvaldo R. tenía todo preparado para un momento de placer. Marinero de oficio, vive en una de las diez habitaciones de una pensión ubicada en Pellegrini al 1000 y allí había citado a Mabel, una prostituta que trabajaría en una esquina de la zona y a la cual, según fuentes policiales, conocía de antes.
Antes de pasar a las actividades íntimas tomaron una cerveza y entonces cambiaron los planes: Osvaldo se durmió. Aparentemente, fue Mabel quien le puso algún somnífero en la bebida, lo cual se infiere a partir de la nada placentera sorpresa que esperaba a su cliente al despertar: había al menos tres hombres más -no los vio, pero le pareció por las voces que escuchó- en la habitación.
Lo habían atado y cubierto los ojos con una sábana mientras se llevaban sus pertenencias. Todavía semidormido, Osvaldo logró desatarse y llamó a la policía para denunciar el robo. enviar nota por e-mail | | |