El crecimiento del presupuesto

En los últimos días, al calor de las cifras que arroja la marcha de la economía, sumado a los trascendidos sobre un posible acuerdo comercial de magnitud con China, se ha desatado una gran expectativa en la población sobre las perspectivas ciertas de crecimiento. Y Rosario, desde luego, puede llegar a ser uno de los potenciales beneficiarios, por ser epicentro de una extensa zona productora de granos y por la posibilidad de que se instale un tren rápido Buenos Aires-Córdoba.

  Pero más allá de lo que pueda suceder, lo que debe despertar interés ciudadano y seguimiento responsable son las nuevas cifras que el municipio proyecta destinar para el presupuesto del año 2005, ya que, de contar con la aprobación favorable del Concejo, se verá incrementado en un 31 por ciento (112 millones de pesos) con relación al de este año. Aunque no es más que el resultado del aumento de la recaudación y de los fondos coparticipables, son números que dan respiro: la obra pública, principal factor de movilidad económica, crecerá en un 250 por ciento (de 11 a 41 millones) y la mitad de ese dinero será destinado a trabajos votados por los vecinos en el presupuesto participativo. Precisamente, esto último, buscando reafirmar la nueva política de llevar el Concejo a los barrios para que la gente sea protagonista directa en la resolución de sus problemas.

   Otro dato no menor son los fondos que se prevén para tareas de asfalto y pavimentación, 13 millones de pesos, más unos 6,2 millones para trabajos de bacheo, rubros que, desde la crisis, no recibían mayores presupuestos y que ahora mejorarán la calidad de las zonas donde viven miles de personas. Si a esto se suma que unos 268 millones de pesos solventarán gastos de contención social, es posible entonces comenzar a pensar en revertir diametralmente el cuadro de pobreza que durante un largo período caracterizó a la ciudad. Claro, habrá que pensar también en cómo esos recursos van de la mano de una mayor eficiencia administrativa y de servicios, porque, aun con los avances realizados, en algunas áreas se debe racionalizar mejor los recursos y en otros aggiornarlos y potencializarlos.

   Resta ahora un debate razonable y criterioso en el Concejo, para que el presupuesto salga con mayor consenso y legitimidad.