| sábado, 06 de noviembre de 2004 | La fidelidad a las convicciones Principista, humilde y detallista, Sergio Vigil dirige el último torneo con Las Leonas Era el atardecer en el country del Jockey Club y Sergio Vigil explicaba a Ovacion cómo se logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney, pocos meses después de esa conquista. Luego de una dura jornada de trabajo, se tomó todo el tiempo para contestar, con esa misma humildad que tuvo desde sus comienzos y que mantuvo en los momentos consagratorios. No es la única faceta que lo enaltece. La predisposición, la convicción y los valores son características del exitoso entrenador que culmina su etapa al frente del seleccionado. Considera que 8 años es el tiempo justo para dar un paso al costado y se retirará en diciembre cuando culmine su contrato. El Champions Trophy será su último torneo. No fueron los resultados los que empujaron su salida. Nada más que sus principios. Y nada menos.
Estudioso, detallista, meticuloso, Vigil se emparenta con Bielsa. No extraña entonces que Cachito hable maravillas del Loco. En diferentes deportes, se asemejan. Quizás la principal diferencia radica en el acercamiento que tiene uno y otro hacia sus jugadoras.
Vigil aconseja, persuade desde el conocimiento, considera que la palabra es un valor fundamental para llegar a sus jugadoras.
Sabe que su función de entrenador tiene límites y que sus colaboradores también son fundamentales. Como el preparador físico Luis Barrionuevo, quien fue capaz de imprimirle al equipo una dinámica apropiada para el juego que intenta plasmar Vigil. Tan decisivo en el despliegue físico como en su capacidad de unir al grupo, de levantar la autoestima, de conservar la alegría.
Barrionuevo es otro de los que le pone punto final a su ciclo en el seleccionado, aunque mediáticamente pase más desapercibido.
Cachito Vigil se encarga en aclarar en todo momento que no se trata del fin de un ciclo y que es su despedida al frente del seleccionado argentino. Y que todo prosigue. No es más que otro intento de no pasar como el único responsable del éxito del hockey argentino de los últimos años.
Los títulos en el Mundial de Perth 2002 y el Champions Trophy de Amstelveen 2001 y el segundo puesto en el de Macao 2002, y las medallas de plata y bronce en los Juegos Olímpicos de Sydney y Atlanta, fueron los máximos logros de Las Leonas. Y con Vigil como entrenador. Entonces no quedan dudas que su paso por la selección produjo un quiebre.
Por eso la continuidad de un proceso no implica que vaya a tener el sello de Vigil. La personalidad de uno no se puede transpolar en otro.
Para el bien del hockey argentino, el sucesor debe tener características similares a Vigil. Pero Cachito hay uno solo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vigil, un personaje que le deja muchas enseñanzas al hockey argentino. | | |