Bielsa y las versiones sobre Newell's

La televisión y la radio rosarinas han propalado el 4 de noviembre la especie de que he pedido una entrevista con un juez de apellido Oroño, para hablar con él de otra peripecia de Newell's Old Boys, querida entidad que para su desgracia ha tenido a lo largo de la última década más protagonismo en tribunales que sobre el verde césped. No voy a disimular el disgusto que esto me causa, y deseo aclarar por su digno intermedio que no conozco a ningún "juez Oroño" y que por lo tanto jamás le he pedido -ni por mí ni por terceros- ninguna reunión ni alguna otra cosa. Periódicamente aparecen versiones vinculadas conmigo y con Newell's, en las que se me atribuyen ésta o aquélla gestión, invariablemente falsas, lo que me harta. Ignoro la participación que ha tenido el "juez Oroño" en la última, pero si me atribuyese haber solicitado personalmente una reunión con él, es de buena práctica pedir a la secretaria que verifique en mi despacho público el requerimiento. Tal actitud no es hija de la perspicacia que cabría esperar de un juez, sino un mero reflejo burocrático exigible a cualquiera que se desempeñe en el sector público y que cobre un sueldo del Estado. Antes se me adjudicó haber apoyado como candidato a la presidencia del club a un empresario que no apoyo, y ahora querer hablar con un anónimo juez cuya existencia ignoro. A los abyectos ociosos que gastan su tiempo en estas maniobras con oscuros objetivos: ¿por qué no me dejan trabajar en paz, y se dedican a hacer lo propio?

Rafael Antonio Bielsa