cartas

Errores en el escalafón

En "Confieso que he vivido", Pablo Neruda, hablando de los conquistadores españoles dice: "...pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes, el idioma. Salimos perdiendo. Salimos ganando. Se llevaron el oro y nos dejaron el oro. Se lo llevaron todo y nos dejaron todo. Nos dejaron las palabras". Ante el próximo Congreso de la Lengua Española que enorgullece a la ciudadanía de Rosario, dos docentes de la Escuela Normal Nº 1, provincial Nº 34, entusiasmadas y conscientes de que la escuela es el lugar de la palabra, decidimos hacer un uso público de la lengua y celebrar el idioma para solicitarle, por su intermedio, al gobernador, a la ministra de Educación y a todas aquellas gentes de buena voluntad de quienes depende resolver el grave conflicto suscitado en la Junta de Calificaciones, zona VI, de la provincia de Santa Fe, que lo resuelvan. Queremos hacerles saber que quienes pretenden ingresar en la docencia y quienes, como nosotras, nos aproximamos a la edad de la jubilación, hace años que vemos vulnerar sin piedad nuestros derechos al trabajo por los permanentes errores que se cometen en el escalafón, a veces permanecemos atónitos, perplejos y sin palabras porque nos resulta inconcebible que lo que ocurre, ocurra. Hoy, en cambio, repetimos, celebramos el idioma. Queremos que sepan que quienes día a día damos la cara al gran auditorio: el soberano que se educa, a fin de construir la República desde los claustros, necesitamos que quienes gobiernan la construyan desde sus oficinas. Ya hemos agotado los recursos de notas, reclamos, diálogos, visitas, dimes y diretes con la Junta. Sólo nos restaba hacer pública la inoperancia, la omisión o el delito (no somos abogadas y no sabemos qué es lo que deberían hacer y no hacen... o no hacer y hacen). Mientras seguimos enseñando que la Justicia es el fundamento del Estado, autoridades de la invencible provincia de Santa Fe, queridos hermanos y hermanas: ¿qué tal si lo hacen posible?

Profesoras Estela Acquarone

y Silvia García