| domingo, 31 de octubre de 2004 | De la "Suiza de América" a la crisis económica El candidato que resulte electo deberá hacer frente a un complejo panorama económico y social Ismael Grau ISMAEL GRAU
Montevideo. - Los uruguayos con más años recuerdan que su país era aludido décadas atrás como la "Suiza de América" por su pujanza económica y social. Pero esa imagen se diluyó en los últimos tiempos, y el gobierno que resulte electo en Uruguay hoy o en la segunda vuelta de fines de noviembre heredará un país que arrastra un panorama complejo en esas áreas.
Estas elecciones generales encuentran a Uruguay a la salida de una profunda crisis económica y social que, según analistas, generó descontento popular con los partidos históricos y catapultó a la izquierda, que recoge el respaldo de casi la mitad de la población según las últimas encuestas.
La economía uruguaya atravesó por una larga recesión entre 1998 y 2002 que puso al Estado al borde de la quiebra y derivó en un aumento del desempleo, caída de los ingresos e incremento de la pobreza, que a fin del año pasado afectaba a unas 850 mil personas (31% del total). Con la gente y el Estado empobrecidos, en los años recientes hubo un deterioro de la educación y la salud, que décadas atrás eran motivo de orgullo para los uruguayos. Los problemas sociales derivaron, además, en un aumento de la delincuencia.
Pero Uruguay registró una recuperación desde 2003, luego que el gobierno del conservador Jorge Batlle adoptara dolorosas medidas para corregir las debilidades del sistema bancario y que acordara con acreedores postergar vencimientos de títulos de deuda. Eso despejó la incertidumbre en torno a un posible default como el que declaró Argentina en los últimos días de 2001 en medio del caos político.
El desempleo sigue alto El rebote de la economía fue tan violento como la caída previa, y en los últimos trimestres el Producto Interno Bruto (PIB) del país crece a tasas de dos dígitos, inusuales para Uruguay. También las finanzas públicas mejoraron, y desde 2003 el país registra superávit fiscal antes del pago de intereses (primario).
Sin embargo, la recuperación de la economía no se reflejó hasta ahora en una mejora notoria en las condiciones de vida de la gente, el desempleo se resiste a bajar de en torno al 13% y los ingresos siguen sin ganar poder de compra.
Los deseos de instrumentar planes sociales para generar empleos temporarios o subsidiar a las numerosas familias pobres lanzados en la campaña electoral se dan de bruces con las restricciones presupuestales con las que convivirá el gobierno que asuma en marzo, al menos al inicio del período que se extenderá hasta el 2010. (DPA) enviar nota por e-mail | | |