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 domingo, 31 de octubre de 2004

Auge y decadencia del sistema ferroviario

La historia de los trenes de pasajeros en la ciudad tiene diversas aristas, aunque nadie podría negar que Rosario vivió, en su momento, un increíble auge de este sistema de transporte. Sin embargo, así como este medio adquirió una relevancia notable, también terminó por desaparecer.

El ramal Rosario-Buenos Aires tiene sus orígenes en julio de 1874. Ese año el presidente Domingo Faustino Sarmiento aprobó los estatutos de la Compañía del Ferrocarril de Buenos Aires a Campana y luego su construcción a cargo de Mariano Billinghurst y Cía. Luego, en 1883 se autorizó la extensión a Rosario, por San Nicolás.

El 1º de febrero de 1886 se inauguró el recorrido Buenos Aires-Rosario pasando, en la provincia de Santa Fe, por Villa Constitución, Arroyo Seco y Alvear. Mientras que también en Rosario se empalmaba con el Central Argentino. En rigor, se trató, entonces, del primer servicio directo a Buenos Aires.

Aunque, años antes, en 1866, salió el primer ferrocarril de la ciudad desde la estación Rosario Central hacia Tortugas (Córdoba). Así, se convirtió en el primero interprovincial de la Argentina, con un trayecto de 114 kilómetros de distancia.

Pasó mucha agua bajo el puente. Podría decirse que a partir del centenario de la Revolución de Mayo (1910) y hasta el inicio de la 1ºGuerra Mundial (1914) se vivió el más importante período de expansión del ferrocarril en el país y, por ende, en esta ciudad.

En efecto, llegaron a coexistir en Rosario 8 estaciones privadas que generaban un movimiento incesante de trenes partiendo y llegando desde y hacia la ciudad. Los convoyes viajaban a todo el interior, excepto la Mesopotamia, cruzada por ríos.

Sin embargo, el inicio de la decadencia no tardó demasiado en llegar y se debió a diversos factores. Por ejemplo, la llamada crisis del 30 o el auge del automotor que también incidió. El efecto no fue por incapacidad del ferrocarril, sino porque, entre otras cosas, se crearon rutas paralelas a las vías.

El gobierno justicialista estatizó todo el sistema argentino el 1ºde marzo de 1948 y creó una empresa nacional con distintas líneas. En aquella oportunidad se perdió la chance de organizar una gran red ferroviaria y la incidencia de las cuestiones políticas partidarias afectaron económicamente la prestación del servicio.

Así, con altibajos, los trenes siguieron funcionando hasta 1992, momento en que comenzó (también bajo un gobierno peronista) la era de las privatizaciones y los concesionamientos que incluyó la abolición del sistema estatal y, prácticamente, la desaparición de los corredores interprovinciales de pasajeros. De este modo, quedó en desuso la estación de trenes local.

A nivel nacional, sólo se mantuvieron servicios entre Capital y localidades de la provincia de Buenos Aires y otros distritos otorgaron el usufructo a privados con el mismo sentido.

En la actualidad, Rosario cuenta con una sola frecuencia semanal que viene desde Buenos Aires y tiene destino final la ciudad de Santa Fe. El ramal está operado por la compañía Trenes de Buenos Aires (TBA), que ya en 2000 se había mostrado interesada en la implementación de un ferrocarril semirápido entre Rosario y Capital Federal, pero la iniciativa quedó trunca.

En tanto, el servicio del tren El Tucumano funcionó hasta hace poco tiempo, pero dejó de hacerlo y se espera que retorne una vez que lo determine el gobierno de esa provincia.

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