| domingo, 24 de octubre de 2004 | Se consolida Central ganó de nuevo y sigue creciendo Anoche fue ante Racing, en Avellaneda y por 2 a 0 Alejandro Cachari / La Capital Conocer las limitaciones, un ejercicio invalorable de la inteligencia. Saber minuciosamente cuáles son las virtudes y fundamentalmente dónde están los defectos. Un aporte indispensable para salir del pozo. Dicen que cuando alguien está en el fondo se le debe tender una mano desde afuera para no terminar en el mismo fondo. El cuerpo técnico de Central leyó correctamente cuáles eran los puntos flojos de un Central sin identidad y como si se tratara de un grupo compuesto por los mejores psicólogos le lavó la cabeza al plantel y logró reinsertarlo en un campeonato que parecía terminado y que sugería que la escasa cosecha de puntos sería toda una complicación de cara al torneo Clausura. El presente era impensado hace unas pocas semanas atrás. Sería exagerado decir que Central está en condiciones de pelear por los puestos de vanguardia, pero también sería muy amarrete sentenciar que este grupo, renacido desde un enorme esfuerzo, no tiene derecho a soñar. Porque lo que parecía imposible se hizo probable. Central le ganó a Racing en Avellaneda 2 a 0 con absoluta claridad y ratificó su mejor momento del Apertura en una cancha difícil, que complica mucho más allá que un presente tan pobre como la Academia del sur de Buenos Aires.
Como si ello no fuera suficiente aparecieron los goles de los delanteros. Y de cabeza. A los 28' del primer tiempo, Pablo Vitti, y a los 35' del segundo Marco Ruben.
La fórmula fue la misma: centro de Chacho Coudet en el primero, asistencia de Emiliano Papa en el segundo.
Antes de empezar, Cuffaro Russo decía que Central debía jugar con la desesperación y las necesidades de Racing. Y ello sugería un Central bien recostado sobre su línea de fondo y muy predispuesto a la contra. Pero fue un partido ágil, en el que cambiaron golpe por golpe, y en el que la mayor inteligencia canalla y la mejor aptitud de sus futbolistas le permitieron llevarse los tres puntos.
La ductilidad y destreza de Ledesma, la inteligencia de Chacho Coudet para manejar los tiempos del partido, la dinámica de Andrés Díaz fueron parte importante del libreto, pero nada hubiera sido posible sin la extraordinaria labor de una línea de fondo que capeó con templanza y jerarquía los embates desesperados del equipo local. En el fútbol argentino es muy peligroso tener del otro lado a un grande herido.
Desde Ojeda, a partir de Rivarola y con la mejor faena del torneo de Fassi y Raldes, el equipo de Zof y Cuffaro tejió un gran resultado.
Pero todo parte de una premisa fundamental y que es el gran argumento de la levantada. Central se miró para adentro e hizo un exhaustivo análisis de sus virtudes y defectos. Nadie es más inteligente que aquel que conoce sus limitaciones. Y en eso anda el equipo auriazul: renaciendo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vitti lo grita con el alma, igual que Ledesma. Fue el primero de Central. | | |