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 domingo, 24 de octubre de 2004

Piel y climaterio: Belleza sin tiempo ni edad

Climaterio es una de las palabras más temida para las mujeres de la cuarta década. Tanto que a veces, ni siquiera los versos de Arjona consiguen que se convenzan de las ventajas de esta edad. Se trata simplemente de la etapa que antecede a la finalización de la actividad ovárica en la producción de los estrógenos: la menopausia.

Sin embargo, somos mujeres antes y después de la presencia de estas hormonas en la sangre. Porque todos, varones incluidos, tenemos en el período fetal una etapa feminoide que termina para ellos con la aparición de los andrógenos (lo que les otorga los rasgos masculinos) en cambio las mujeres recién comenzamos a producir estrógenos en la pubertad los que tienen numerosas funciones además de profundizar la apariencia femenina.

Y ahora que la sociedad está reconociendo también la andropausia, tenemos mayores posibilidades de brindar una mejor atención en esta etapa de la vida que se manifiesta con diversos síntomas. El ejemplo más típico es el de la sequedad de las mucosas, en especial de la vagina, lo que trae aparejado irritación, picazón, ardor y dificultad para la actividad sexual. Esta sintomatología es fácilmente tratable con la medicación disponible y con la consulta al ginecólogo.

El pelo y las uñas se vuelven más frágiles, con menor índice de crecimiento. En la piel la manifestación más frecuente es la aparición de flaccidez y arrugas. Esto se debe a la disminución del número de células como también a la falta de reposición de las fibras que la sostienen como el colágeno y la elastina (previamente al climaterio se producían y se reparaban de manera permanente).

Estas fibras además de contribuir a mantener el tono de la piel otorgan espesor, tersura y lozanía. Esta característica no es tan evidente en los hombres donde el tono depende de la actividad muscular. Al adelgazar la piel pierde su capacidad para retener agua, por lo que aparece deshidratada, opaca y a veces con descamación. Las células que se ocupan de las defensa también se hallan afectadas, entre ellas los melanocitos (células que producen melanina, pigmento evidente sobre todo en los bronceados).

Durante el climaterio la piel adelgaza, disminuye la elasticidad, presenta tendencia a la sequedad no sólo por la pérdida de agua, sino también por la disminución del número y la actividad de las glándulas sudoríparas y sebáceas. Aumenta el fotodaño, disminuye la pilosidad general o pueden aparecer pelos donde no los había.

El cambio más importante es la concurrencia a los consultorios en búsqueda de asesoramiento, para encarar estos cambios del mejor modo posible. Y este es un dato positivo en el que han contribuido los medios de comunicación brindando información hasta exagerada en algunos casos, de manera que los pacientes difícilmente concurran sin algún dato.

En el caso de los dermatólogos, el interrogante pasa por los cuidados de la piel, y si lo creen necesario averiguan sobre la conveniencia o no, de encarar alguna de las nuevas técnicas mal llamadas de rejuvenecimiento. Una higiene adecuada, hidratantes, reconstituyentes celulares y el aporte necesario de vitaminas, minerales, oligoelementos y proteínas son el pilar fundamental en el sostén de una buena barrera cutánea.

Primero es necesario el diagnóstico correcto de la piel, y luego se pondrán en práctica las técnicas conocidas como de rejuvenecimiento (que en muchos casos no lo son).

Nora Romero. Jefe de la Sección Dermatología del Hospital Escuela "Eva Perón".

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