| domingo, 24 de octubre de 2004 | Un caluroso recibimiento Centenares de vecinos y amigos de Patricia Nine se acercaron ayer a la casa de la familia para festejar la liberación de la mujer que conmovida agradeció de rodillas la solidaridad del barrio.
La casa de Bartolomé Mitre 1100 de Paso del Rey, que a lo largo de los 25 días de cautiverio fue el epicentro de varias marchas y rezos por la liberación de Patricia, se convirtió ayer en el lugar de festejo de todo un barrio.
El momento más emotivo fue cuando Patricia salió de su casa agitando un pañuelo blanco y quebrada en llanto cayó de rodillas en los jardines y pronunció decenas de veces la palabra "gracias".
Visiblemente emocionada y acompañada por su marido, sus hijas de 9 y 11 años y sus padres Eduardo y Carmen, Patricia se acercó hasta la reja de entrada de la vivienda para extenderles la mano a sus vecinos y agradecerles la solidaridad que tuvieron con su familia.
Dijo que la actitud de sus vecinos "es lo más gratificante" que le sucedió en la vida y calificó de "10 puntos" la labor de la policía durante su rescate.
Por la noche, a las 20, Patricia volvió a salir de su casa y allí dijo que cada rezo que se realizaba en la vivienda familiar le daba "fuerza" para soportar su cautiverio.
En su segunda aparición, Patricia salió con una bandera argentina colgada al cuello y un rosario en su mano.
Toda la familia Nine y los vecinos que se autoconvocaron en la calle rezaron juntos el rosario, durante unos 25 minutos, que culminó con un aplauso.
Quien también llegó a la casa y acompañó a la familia fue Juan Carlos Blumberg, quien se mostró "muy contento por la liberación". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vencida por la emoción, Patricia cae de rodillas mientras recibe la alegría de sus amigos. | | |