Vuelve a liderar el rating del domingo con "Trato hecho"

Julian Weich: "Me entero qué rumbo tomará mi trabajo a medida que se dan las oportunidades"

El conductor aseguró que no hubiera aceptado estar al frente del programa si sólo hubieran participado famosos

Rodolfo Bella / La Capital

En su segunda temporada, el programa "Trato hecho" que conduce Julian Weich confirma que el rating lo sigue donde vaya. Aún después de mudarse de Canal 13 a Telefé, en las dos versiones del programa de entretenimiento, los viernes a las 21.45, con famosos, y los domingos a las 21, en su edición tradicional, las mediciones lo ubican como uno de los líderes a los que no lo acobarda la competencia. Sin embargo, durante una charla con Escenario el conductor aseguró que los números no lo preocupan y que su objetivo sigue siendo trabajar bien y para la familia.

-¿Convocar a famosos era sólo una variante o era necesario diversificar?

-Es una variante porque si lo hubiéramos hecho sólo con famosos yo no lo haría. Pero me parece que sumarle esta variante al programa tradicional está bueno, es como un agregado.

-¿Por qué no lo hubieras hecho?

-Porque me parece que no es justo llamar a gente del medio para que gane plata y que los demás se queden mirando como espectadores.

-¿Qué pensás de entregar 250 mil pesos como premio final en medio de un país en crisis?

-Que es una suma muy elevada y que los premios le han cambiado la vida a más de un ganador en "Trato hecho". Me parece que es un buen incentivo y un buen premio hoy en día para la televisión.

-¿Con qué criterio se los convoca?

-Son actores, a veces son elencos, estamos por hacer un especial de bailanta, vamos a hacer otro de jugadores de fútbol. Se trata de tener una platea que tenga algo que ver. Cuesta mucho, quedan dos o tres programas especiales y nada más.

-¿Incorporar la bailanta es un reconocimiento a un sector de la cultura argentina o una forma de ampliar la audiencia?

-Se nos ocurrió que había veintiseis bailanteros probables que podían venir porque a veces es muy difícil reunir a la gente. Por ejemplo cuando hicimos el de los juegos olímpicos fue duro juntar a veintiseis deportistas. Convocarlos cuesta por cuestiones laborales o distintos motivos. Lo de la bailanta se nos ocurrió porque los grupos son de cuatro o cinco por conjunto y eran como cinco conjuntos con los que llegamos a llenar la platea.

-¿Qué esperás de tu carrera?

-Para empezar nunca supe que la conducción iba a ser mi carrera. Empecé conduciendo accidentalmente "El agujerito sin fin". Digo accidentalmente porque no me imaginé lo que vino después. En ese momento era un trabajo más. Nunca proyecté mucho mi historia, ni supe cómo seguía mi historia. Sí puedo decir que en la época de "Sorpresa y media" sabía más o menos a mitad de año que habría otro año de programa, pero hoy te digo que "Trato hecho" termina a fin de año y todavía no se qué voy a hacer el año que viene. O sea que no puedo decirte "voy a rumbo a". Me voy enterando a medida que pasa el tiempo, a medida que se van dando las oportunidades.

-¿Cómo decidís cuál es la mejor oportunidad?

-Creo que es una suma de cosas. A mí me pasa que cuando me proponen algo trato que sea lo más novedoso posible. O al menos que lo sea para mí.

-¿Qué encontraste de novedoso en "Trato hecho"?

-Cuando me ofrecieron "Trato hecho", para poner un ejemplo concreto, me dije que un programa con quinientas personsa invitadas nunca hubo, y que entregue 250 mil pesos, tampoco.

-Hubo otros...

-En la actualidad. Yo hice "¿Quién quiere ser millonario?", que era por un millón de pesos. Voy buscando distintas cosas en las que tenga algo nuevo para contar. Por ejemplo si ahora hiciera "Expedición Robinson", no tendría nada de nuevo para decir. Sería exactamente el mismo "Robinson..." que hice hace unos años. Lo haría, no digo que no, pero me refiero a que cuando hago algo nuevo, trato de buscarle el lado diferente. Eso me lleva a tomar decisiones por cuál proyecto seguir o no.

-¿Cómo te afecta estar al frente de un programa que es líder de mediciones?

-Siempre intenté, sea cual sea el programa, hacerlo lo mejor posible. Si coincide con el rating mejor todavía, porque eso te da la posibilidad para continuar y que el canal no te sugiera que hay que cambiar algo porque no tiene rating. Cuando te va bien nadie te dice nada, te dejan trabajar tranquilo, te divertís, divertís a la gente y más no se puede pedir.

-¿No lo sentís como una presión?

-La verdad que me acuerdo del rating en el momento en que me lo dicen. A los diez minutos me olvidé y estoy pensando en el programa que viene. No es algo que voy acumulando en una mochila y la llevo puesta todo el tiempo. Es parte del negocio. Es como si uno tuviera un supermercado y se pregunta cuánto se vendió hoy. Siempre se intenta vender más... Pasa por una cuestión de ambición sana, de superación propia y de intentar ganar las carreras, pero no me desvela.

-¿Cómo te llevás con la competencia?

-A veces me preguntan qué pasa si me ponen a fulano de competencia. ¿Qué va a pasar? Nada... yo tengo que hacer mi programa. No puedo meterme en el programa del otro o deformar el mío porque tengo competencia fuerte o lo que sea. Es como si les dijera a las chicas que bailen mejor porque tenemos una competencia terrible. Tampoco por eso voy a decir pongamos dos travestis, un enano, un mono y tres personas desnudas para que bailen porque eso es deformar el programa. La persona que siempre ve "Trato hecho" se va a preguntar si me volví loco.

"Mi objetivo es trabajar bien en lo que haga".