| domingo, 24 de octubre de 2004 | El "boom" económico de Rosario bajo la lupa: riesgos y desafíos Oscar Madoery: "Esta es una oportunidad histórica para crear un modelo propio de desarrollo" El titular de la Producción municipal no le ve "techo" a la reactivación: el peligro, dice, sería no saber capitalizarla Silvina Dezorzi / La Capital Todo el país habla del "boom" en Rosario: inversiones, radicación de empresas, apertura de centros de consumo, fuerte reactivación productiva y de la construcción. Pero tanto optimismo, ¿no será excesivo? ¿no encontrará un techo demasiado pronto?, se preguntó La Capital. Para responder a esas dudas dialogó con el secretario de la Producción municipal, Oscar Madoery. "Hoy aparece una oportunidad histórica para crear un modelo propio de desarrollo", sostuvo el funcionario, aunque tampoco dejó de advertir que riesgos hay; por ejemplo, que dejen de soplar vientos económicos tan favorables y Rosario no haya sabido fortalecer un modelo propio ni saldar su "deuda social". Pese a los temores, el especialista en desarrollo no puede ocultar su optimismo y cree que Rosario tiene todavía mucho hilo en el carretel.
-Ante todo, ¿existe realmente un boom de crecimiento en Rosario?
-Sí, hay un boom de reactivación en la región que se traduce en que muchos sectores económicos se redinamizaron, recuperaron su anterior dinamismo y algunos, incluso, están trabajando a pleno. Eso se traduce también en fuertes inversiones que ya se están concretando o que se proyectan para los próximos meses.
-¿De qué "región" y qué sectores económicos hablamos?
-De la región metropolitana de Rosario, 60 a 100 kilómetros a la redonda.
-Eso en cuanto a inversiones, pero en demanda ese radio es mayor, ¿no?
-Sin duda. Rosario y su región más inmediata están teniendo un mayor dinamismo económico por la actividad agropecuaria, el boom de la soja, las inversiones en el complejo oleaginoso, la maquinaria agrícola, el sector metalmecánico, la industria textil, la alimenticia... Es decir, la gran mayoría de los sectores económicos se redinamizaron y hoy están en auge. A su vez, Rosario es una especie de centro regional de servicios y consumo para una zona mucho más amplia que incluye Entre Ríos y la región Centro, con el norte de Buenos Aires, sudoeste de Córdoba y todo Santa Fe; incluso gente de Capital que toma a Rosario como opción de paseo y consumo. Eso está ocurriendo, hay muchas actividades económicas, que generan inversiones y demandan mano de obra calificada, lo que se traduce en la apertura de centros comerciales y mucha construcción...
-¿También repercute en el crecimiento de empleo?
-En Rosario efectivamente el empleo se viene recuperando: la tasa de desempleo bajó casi 7 puntos en el último año, aunque sigue siendo alta. La creación de empleo en el último trimestre se amesetó a nivel nacional, pero acá siguió en alza, lo que indica que de algún modo Rosario se está autonomizando de lo macroeconómico nacional.
-Se dice que la economía local es hipersensible: cuando cae hace ruido y cuando se levanta lo hace con más rapidez que el resto del país. ¿A qué se debe?
-A varios factores: a que el sistema económico regional se sustenta básicamente en un tejido de pequeñas y medianas empresas, y no a grandes firmas como ocurre en otras zonas del país, y a que es débil la incidencia del empleo público, que siempre opera como amortiguador. Entonces, ese tejido pyme es más sensible a los cambios: sufre más los golpes macroeconómicos y por otro lado apuesta más dinámicamente. Aparte, por su propia diversidad es más elástico.
-Por esa sensibilidad, ¿es lógico tener temor a que esta expansión pueda encontrar un techo demasiado pronto y termine dejando "monumentos al pozo" en el terreno económico?
-Efectivamente. Por eso nos preocupa que un momento de viento favorable como este sea aprovechado para fortalecer un modelo propio de desarrollo en la región. Lo que implica reforzar sus bases: un tejido pymes dinámico y una alta dosis de emprendedorismo, con gente que tiene ideas, debe ser asistido con seguridad institucional y jurídica, posibilidad de realizar nuevos negocios, acceso al financiamiento, asistencia técnica. Estos son los desafíos. Y la innovación: Rosario tiene una cantidad de investigadores en relación a la población por encima de la media nacional, lo que habla de una masa crítica de conocimiento muy firme que debe asociarse al sector productivo para fortalecerse mutuamente.
-Entonces, ¿qué riesgos ve en este momento?
-Temores siempre existen, el desarrollo es un proceso de final abierto. Por ejemplo, que si no se generan instancias propias, endógenas, regionales de trabajo, no estemos preparados para cuando los vientos dejen de soplar tan favorablemente. Si no, si la coyuntura macroeconómica cambia, no tendremos herramientas para seguir adelante con nuestro modelo de desarrollo. Está claro: para que a una región le vaya bien le debe ir bien al país. Ahora, con eso sólo no alcanza. Hay que poner esfuerzo en las cuestiones en las que podemos ser protagonistas. Si no la vemos pasar.
-O sea, el riesgo para usted es no aprovechar bien la oportunidad.
-Sí, pero hay otro tema preocupante que no debe opacar el optimismo y es la tremenda deuda social: el hecho de que la sociedad rosarina hoy es dual, se dualizó como la sociedad argentina. Tenemos fuertes problemas de desequilibrio social y de desarrollo que hasta se reflejan geográficamente en la ciudad y la región. Por eso hablamos de desarrollo y no de crecimiento: porque implica sustentabilidad social, redistribución, equidad, sin cargarnos el medio ambiente.
-¿Rosario tiene capacidad para absorber la oferta que se está instalando?
-Las empresas que están apostando fuerte con inversiones lo dicen con mucha seguridad: Rosario tiene una demanda comercial muy superior a la oferta, que hoy no está suficientemente abastecida. Si uno se fija en cómo les está yendo, parece que tienen razón. Hoy aparece una oportunidad histórica para sentar las bases de un modelo propio de desarrollo, con un necesario cambio cultural: dejar de pensar que la responsabilidad siempre está afuera o que dependemos exclusivamente de lo que pasa arriba, del gobierno nacional o de la globalización. También depende de nosotros. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Para Madoery hay "fuertes problemas de desequilibrio social". | | |