Fierros para soñar

BMW M5: lobo con piel de cordero

La casa alemana presentó la versión ultradeportiva de la Serie 5. Trae un motor de 500 caballos y caja de 7 marchas

Más potencia que la de una Ferrari pero debajo del capot de un auto sedán que mantiene el sobrio clasicismo de BMW. Se trata del nuevo M5, la versión ultradeportiva montada sobre la última Serie 5 de la casa bávara. El modelo fue lanzado en Europa recientemente y llegará a estas pampas el año próximo, a pedido de sus privilegiados compradores.

Las líneas del M5 no difieren de los Serie 5 normales y sólo se notan detalles de terminación como insignias, paragolpes y molduras. El corazón del M5 es un motor de 5.000 cc, diez cilindros en "V", 507 CV, un par de 520 Nm y que alcanza un régimen máximo de 8.000 rpm.

El concepto de BMW desde hace dos décadas para los autos M es "potencia sin prepotencia". El objetivo es sintetizar una berlina elegante para el uso diario, con un auto de impresionante potencia y carácter extraordinariamente deportivo. Con el nuevo M5, estos principios vuelven a respetarse: exteriormente, su diseño insinúa discretamente que se trata de un coche extremadamente deportivo.

El motor V10 es el único de altas revoluciones montado en una berlina fabricada en serie. Para los ingenieros de BMW, la solución ideal consistió en un motor atmosférico compacto y de altas revoluciones, llegando hasta 8.250 rpm, niveles que hasta hace poco estaban reservados a motores de autos de carrera de pura sangre. En comparación con el motor M5 anterior de ocho cilindros, su potencia es un 25 por ciento mayor. Ello significa que el motor M5 supera incluso la barrera de los 100 CV por litro.

Utiliza para la distribución el sistema Doble Vanos de alta presión y mariposas individuales de control variable del árbol de levas que se adapta a los cambios de solicitaciones.

La caja de cambios secuencial SMG es de de siete marchas. Desde BMW explican que el concepto de motor de altas revoluciones sólo tiene sentido, si el motor está combinado con una caja de cambios de relaciones correspondientes. Unicamente así es posible aprovechar el par motor mediante relaciones más cortas, transformándolo en una capacidad de aceleración óptima. Los cambios se hacen utilizando la palanca de la consola central o las paletitas del volante.

Esta caja además es la primera en ofrecer en autos de producción el sistema Drivelogic con el cual el conductor determina la característica del cambio de marchas, permitiendole elegir entre once opciones para adaptar el funcionamiento de la caja SMG a sus preferencias individuales al conducir.

La performance del M5 es soberbia: acelerara de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, alcanza los 200 km/h en 15 segundos y el corte electrónico no le permite superar los 250 km/h, aunque cómodamente podría superar los 300 km/h.

Como para que los tuercas tengan una idea, el M5 completa la variante norte del circuito de Nürburgring en ocho minutos. Nada mal para este lobo con piel de cordero.