 | lunes, 18 de octubre de 2004 | Reclusión perpetua para el principal acusado en el caso Demonty El oficial subinspector de la Policía Federal Gastón Somohano, principal imputado por ocasionar la muerte de Ezequiel Demonty al obligarlo a arrojarse al Riachuelo, donde se ahogó, fue condenado a reclusión perpetua.
En tanto, el oficial inspector Gabriel Barrionuevo y el suboficial Alfredo Fornasari, ambos de la Policía Federal, fueron condenados a prisión perpetua.
El Tribunal Oral Criminal 8 porteño condenó además a los suboficiales Luis Funes y Luis Gutierrez a cinco años de prisión, y a los suboficiales Maximiliano Pata, Sandro Granados y José Luis Martínez y al agente Jorge Solís a tres años de prisión.
El tribunal porteño dio a conocer la condena de Somohano, hijo de un ex jefe de la policía bonaerense, al término del juicio oral al que fue sometido junto a otros ocho policías de la comisaría 34ª de la Capital Federal por el crimen ocurrido el 14 de septiembre de 2002.
Al finalizar la audiencia, se produjeron algunas corridas en las inmediaciones de los tribunales porteños, cuando familiares de los policías condenados insultaron a los padres de Demonty.
El veredicto fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal número 8, que impuso la pena más dura -reclusión perpetua- para el oficial subinspector Gastón Somohano, hijo del ex jefe de la policía bonaerense Osvaldo Somohano, a quien hallaron coautor del delito de "tortura seguida de muerte, privación abusiva de la libertad y torturas reiteradas".
Para el oficial inspector Gabriel Barrionuevo y el suboficial Alfredo Fornasari, los jueces dictaron una condena de prisión perpetua por los mismos delitos.
El abogado de la familia Demonty, José Vera, aseguró que se trata de un fallo sin precedentes desde la instauración de la democracia tras la última dictadura militar.
"Es un fallo sin precedentes, inédito, porque es la primera vez que hay una condena por 'tortura seguida de muerte' desde que volvió la democracia en 1983", dijo.
En tanto, los otros seis imputados recibieron penas más leves: los suboficiales Luis Funes y Luis Gutierrez fueron condenados a cinco años de cárcel, por lo que recuperarán la libertad en seis meses, mientras que los suboficiales Sandro Granados, Maximiliano Pata y José Martínez y el agente Luis Solís recibieron tres años de prisión, por lo que están en condiciones de ser liberados.
A este grupo de policías, el tribunal los encontró responsables del delito de "omisión de evitar torturas y privación ilegal de la libertad" y los inhabilitó de forma especial y perpetua para ejercer como funcionario público y portar armas.
La lectura del veredicto por parte del presidente del TOC 8, Rodolfo Madariaga, acompañado por los vocales Hugo Rocha Degreef y Alejandro Sañudo, fue interrumpida varias veces por los aplausos y gritos de la multitud que se hizo presente en la sala, la misma donde en 1985 se condenó a las Juntas Militares.
Al escuchar el veredicto, los policías condenados a las penas más graves ni se inmutaron, mientras que tanto la madre de Ezequiel -que se había sentado casi pegada al estrado-, como los policías que recibieron las menores condenas, estallaron en llanto.
Pese a que algunos policías recibieron penas leves, Vera adelantó a Télam que no apelará la sentencia "porque lo más importante es que se aplicó este delito, que sienta un antecedente jurisprudencial y envía un mensaje muy fuerte a las fuerzas de seguridad". (Télam)
enviar nota por e-mail | | |