| sábado, 16 de octubre de 2004 | Querer no es poder Central fue al frente pero hizo poco y sólo empató Gustavo Conti / La Capital Porque Central es un equipo en formación y es lógico que todo le cueste demasiado. Porque de la grandeza de Independiente sólo parece quedar la gloriosa camiseta y su gente.
El empate en cero fue una mala remake de dos equipos que supieron en épocas no tan lejanas llenar de adrenalina una cancha cada vez que se enfrentaban. Haciendo esa salvedad, aceptando que las cosas son hoy por hoy así, entonces queda separar la paja del trigo. Por eso, por un lado hay que ponderar la actitud de Central de buscar siempre, aún cuando quedaran expuestas sus limitaciones ofensivas. Por el otro, cuesta justificar que Independiente vaya a contramano de su gran historia y ponga en la cancha un equipo tan chiquitito.
Si es verdad que en un equipo todos atacan y todos defienden, en Central parecen estar las cosas bien definidas. Al menos, las responsabilidades. Porque aún sin ser algo asiduo y permanente, el mediocampo canalla llega, tocando desde el medio hacia los laterales y con proyección de los marcadores de punta. Pero adelante, don Angel todavía no le encontró la vuelta (ver página 7).
Entonces, a Central le falta punch y eso quedó una vez más demostrado anoche, donde no pudo lastimar a uno de los rivales más timoratos que pisó el Gigante, al punto que sin dudas Almagro fue mucho más ambicioso cuando se llevó la victoria en la 4ª fecha.
El equipo de Don Angel quiso desde el vamos. En un doble centro al área (tras córner y posterior rebote) de Papa, que Raldes no alcanzó a darle con violencia, o en una guapeada de Villa (tuvo varias) que parecía poder rubricar una asistencia de Ferrari, o en un remate estilo piff de Vitti.
E Independiente se paró insólitamente con cuatro volantes de contención (en esa función estuvo hasta el pibe Losada), con Insúa de enganche y muy errático en el primer tiempo (menos en el complemento cuando llegó a asustar a Ojeda, en una proyección por izquierda), y dejando a Jairo Castillo como un llanero solitario al que ni Toro acompañó.
Así, sólo porque Raldes hizo difícil la fácil y le dejó la pelota servida a Lorefice, el Rojo pudo crear peligro. Un rato antes, y también por otro error, pero de Navarro Montoya, Central tuvo el gol pero la jugada terminó en polémica (ver página 7) y en una recuperación del Mono frente al disparo de Villa que pocos vieron porque se quedaron protestando el supuesto penal de Lorefice a Coudet.
Poco, poquito, aunque siempre la postura de ambos reflejaban sus ambiciones y por eso Central estuvo más cerca de la victoria. Porque además Ledesma jugó en un muy buen nivel, con una sobriedad sorprendente para alguien que lleva pocos partidos en primera, y porque estuvo bien acompañado por Andrés Díaz y Coudet. Pero como se dijo, les faltó pólvora a los definidores.
Central está en esa etapa donde todo puede pasar. Lo importante es que siga buscando y buscando, así el camino del crecimiento se le hará más corto, más allá de que pueden esperarle noches insulsas como las de ayer. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Andrés Días encara ante Losada y Lorefice. | | |