| sábado, 16 de octubre de 2004 | En octubre comenzó el período de inscripción a las escuelas La elección de una escuela para los hijos, debate que convoca a los padres A la hora de elegir todo vale: desde la tradición familiar, la cercanía, hasta que brinde seguridad a los chicos Marcela Isaías / La Capital Cómo elegir una escuela para los hijos. La pregunta corresponde a un tema clave que parece desvelar a quienes por primera vez deben emprender la tarea de decidirse qué colegio será el que mejor responda a sus expectativas. Y claro está que en esto jugarán distintas valoraciones: que sea público, privado, que responda a la tradición familiar, que atienda a preceptos religiosos o bien que cuente entre sus ofertas académicas con talleres opcionales, y también que sea seguro y contenga disciplinariamente a los alumnos, y por supuesto que enseñe.
Florencia Soso está embarazada por primera vez, y aunque todavía no conoce el sexo de su hijo/a la escuela ya es parte de la agenda de sus preocupaciones futuras. Aunque su biografía escolar la une a escuelas confesionales -su abuela, su madre, su hermana y ella asistieron siempre a una religiosa- afirma que para su hijo/a prefiere "una escuela pública".
Y a la hora de enumerar razones explica: que sea un espacio donde la educación y los aprendizajes estén en un lugar de importancia, pero por sobre todo -resalta- "donde no se discrimine, se apunte a la unión entre los chicos y no haya diferencias por cuestiones sociales o económicas".
A diferencia de Florencia, para quien el tema aún no es una cuestión de urgencias, para otros padres y madres esta época del año se vuelve crucial si se trata de pensar en la escolaridad de sus hijos.
Nenas y nenes En la Región VI de Educación (Rosario y alrededores), 1.698 establecimientos atienden la enseñanza de los distintos niveles y modalidades. En sólo tres colegios rosarinos -Los Arroyos, Mirasoles y San José- la educación no es mixta y continúa dividiendo a nenas por un lado y a varones por otro.
La escuela del barrio, la cercanía con la casa, para muchos sigue siendo un lugar posible donde enviar a los chicos. Sin embargo, en un espacio urbano de las dimensiones de Rosario las ofertas y pretensiones de estudio no siempre están a mano.
"A nuestra escuela se acercan papás de distintos barrios, afirman que quieren enviar a sus hijos a esta escuela porque la que tienen más cerca no les brinda seguridad ni igualdad de aprendizajes", comenta Cleide Parucci de Amici, vicedirectora de la Escuela Nº69 Gabriel Carrasco.
La escuela de barrio Alberdi es famosa por la tradición de enseñanza ligada a las hermanas Olga y Leticia Cossettini. Y al parecer, la historia, la fama de escuela de vanguardia pesa también cuando se elige una escuela para estudiar.
Pero también se suman ahora otras razones. "Antes se pensaba en la escuela pública más cercana a la casa, ahora a los padres les preocupa mucho que el lugar no sea violento ni esté sobrepasado por las demandas sociales como ocurre en muchas escuelas de la periferia", agrega Cleide.
Además de resaltar las cualidades de trabajo y experiencia en la práctica de las docentes de la Carrasco, la vicedirectora insiste con que la escuela pública ya no es sólo la que queda cerca o "pertenece al radio", sino la que reúne condiciones de enseñanza, seguridad y disciplina.
Todo en una Así como las escuelas de educación segregada se fueron aggiornando a los cambios de los tiempos y demandas familiares -vale recordar que para muchas familias empezó a ser esencial que tanto el hijo varón como la nena asistan a una misma escuela- y se convirtieron en mixtas, muchas también vieron conveniente incorporar los distintos niveles de la enseñanza.
Esto aseguraría que quienes empiezan en el jardín podrán cursar toda su escolaridad en una mismo establecimiento, ahorrar así una preocupación a la hora de cambiar de nivel de enseñanza, favorecer la formación de grupos de amigos y compañeros de toda la escuela y organizar de otra manera la vida familiar.
"Además de esta razón -contar con todos los niveles-, por estar cerca de casa y por recomendaciones de amigos, también nos importó (como familia) que la escuela fuera religiosa, porque atiende a una necesidad para mí importante", dice Marisa Borri, mamá de Guido (14) y Mariano (6), alumnos del Colegio La Salle.
"Los chicos no viven las etapas de la preparación para la primera comunión o la confirmación como una carga, ya que la catequesis es parte de sus horas de clases", comenta Marisa a la hora de esgrimir argumentos de por qué valora la escuela confesional.
"Me gusta que mis hijos participen de encuentros catequísticos, o de la pastoral juvenil, la actividad confesional se vive aquí naturalmente", añade. Para ella, esto le da un valor agregado a las horas de clases de las asignaturas del plan de estudio: "Hay otro sentido de grupo y compañerismo entre los chicos".
Pública o privada, con o sin talleres opcionales y clases de idiomas; que atienda a la incorporación de las nuevas tecnologías, que mantenga "un buen nivel de enseñanza" o contenga afectivamente a los chicos y, por qué no, que ofrezca una doble escolaridad con una mayor carga horaria son algunos de los pedidos que ya empiezan a escucharse por parte de los padres cuando se habla de elegir una escuela. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Diferentes valoraciones se ponen en juego a la hora de decidir. | | |