| martes, 12 de octubre de 2004 | La maldición que ahuyenta a las estrellas La llamada "maldición de Superman" no es una simple leyenda. Christopher Reeve fue el tercer intérprete de "Superman" al que el papel no le trajo buena suerte. Su antecesor, Kirk Alyn, arruinó su carrera hace más de 50 años. Nunca más fue contratado para otro papel, se deprimió, y posteriormente enfermó de Alzheimer. El antecesor de Alyn, George Reeves, se suicidó en 1959.
Tampoco Christopher Reeve triunfó en otro rol después del gran éxito de "Superman". En "Lo que queda del día", "The Aviator", "Las bostonianas", "Monsignor" y "Sleeping Beauty" tuvo que conformarse con papeles secundarios. Sin embargo, dos años después del accidente, el actor debutó como director. Con el telefilme "In The Gloaming", sobre un enfermo de sida que regresa a la casa de sus padres para morir, consiguió que trabajaran para él artistas como Glenn Close, Bridget Fonda y Whoopi Goldberg.
Ahora, la "maldición de Superman" parece estar afectando el ambicioso y demorado proyecto de la Warner Bros. de filmar una nueva secuela sobre la exitosa serie. Para interpretar al superhéroe ya se barajaron varios nombres, pero en las supersticiosas tierras de Hollywood se comenta que los actores le huyen al papel. En la lista de candidatos figuran Jim Caviezel ("La pasión de Cristo"), Josh Hartnett ("Pearl Harbor"), Jude Law ("Regreso a Cold Mountain") y Brendan Fraser ("La momia"). En los últimos años el proyecto sufrió varios reveses. Bryan Singer ("X-Men") es ya el quinto director al frente de la película. enviar nota por e-mail | | |