| martes, 12 de octubre de 2004 | Nobel para dos estudiosos del impacto de la confianza sobre políticas económicas El premio Nobel de Economía 2004 fue otorgado ayer conjuntamente al noruego Finn Kydland y al estadounidense Edward Prescott por su aporte a los análisis macroeconómicos y a las políticas fiscales y monetarias de muchos países.
El trabajo de ambos "sentó las bases de un amplio programa de investigación sobre la credibilidad y la viabilidad de la política económica", explicó la Academia Real de Ciencias de Suecia.
Finn E. Kydland, de 60 años, obtuvo su doctorado de economía en 1973 en la Carnegie Mellon University de Pittsburgh, donde actualmente es profesor, así como en la Universidad de California. Miembro de la Sociedad estadounidense de Econometría, Kydland es coautor de un artículo sobre la "Década perdida de Argentina y su recuperación: fracasos y éxitos del modelo de crecimiento neoclásico", publicado en 2003 por el Banco Federal de Reserva de Dallas (Texas). Aunque trabajó en EEUU desde los años 70, Kydland mantiene su ciudadanía noruega.
Edward C. Prescott, de 63 años, también egresó de la Carnegie Mellon University. Hoy es profesor de la Universidad estatal de Arizona y consejero del Banco de Reserva Federal de Minneápolis.
En 1977 y 1982, ambos publicaron artículos de gran impacto sobre la teoría de las políticas macroeconómicas. Estos son los trabajos que fueron recompensados con el Premio Nobel de Economía. Los dos premiados compartirán 1,4 millón de dólares.
Hasta los años 70, la herencia de Keynes y las teorías surgidas de la Gran Depresión habían marcado la investigación sobre los ciclos económicos y las políticas de estabilización. Los economistas observaban las fluctuaciones como consecuencia, ante todo, de las oscilaciones de la demanda, por ejemplo, en lo referente a las inversiones de empresas o al consumo de las familias.
Posteriormente resultó evidente que los bruscos cambios en la oferta, como el alza de los precios del petróleo en 1973 y 1975, así como el descenso de la productividad, también tenían un fuerte impacto en los ciclos económicos.
A partir de 1977, Kydland y Prescott demostraron que los responsables económicos que no podían fijar y respetar de antemano una política definida estaban condenados a aplicar una política inflacionista, pese a haber deseado lo contrario. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El noruego Kydland, uno de los ganadores del premio Nobel. | | |