Cuando las costumbres siguen intactas

En el barrio toba de Rouillón y bulevar Seguí las costumbres siguen intactas, pero los aborígenes no suelen revelarlas a viva voz y optan generalmente por mantenerlas ocultas. Allí aún viven los "tiogonac", curanderos de la comunidad que recetan yuyos y distintos ungüentos para calmar los males, tal cual lo hacían sus ancestros desde antes de la conquista.

También en el barrio vive el cacique, al que ahora llaman "representante" o "idóneo" y se erige como la figura más respetada de la comunidad. En días festivos, las comidas típicas vuelven a degustarse, como el tradicional chipá que cocinan a la parrilla. Enemigos del encierro, suelen pasar largos ratos disfrutando un tereré en la puerta de sus casas y, al menos una vez cada dos meses, viajan al Chaco a visitar a sus familiares.