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 lunes, 11 de octubre de 2004

Los votantes desafiaron a los talibanes en su propio feudo

Kandahar. - La participación en los comicios presidenciales afganos del sábado tuvo un valor simbólico especial en Kandahar, el antiguo feudo de los talibanes, donde miles de electores desafiaron sus amenazas y acudieron a las urnas. "Realmente es un gran momento en la historia de Afganistán y de Kandahar", se felicitaba ayer el gobernador provincial, Yusuf Pashtún. "Era estupendo ver a la gente celebrar este día de votación como una fiesta", añadió.

Más allá de la polémica sobre la tinta indeleble que se ponía en un dedo del votante, el elemento más destacable en el sur del país fue la ausencia de ataques importantes de los peores enemigos de las elecciones, los talibanes, que desde hace meses amenazaban a los potenciales electores con aniquilarlos. El sur y en particular la zona limítrofe entre las provincias de Kandahar, Zabul y Uruzgán, es una de las regiones donde más activos están los combatientes antigubernamentales desde la caída de los talibanes a finales de 2001. Pero los grandes ataques anunciados por los talibanes a principios de año nunca tuvieron lugar. Incluso en Uruzgán, provincia natal del "líder espiritual" de los talibanes, el mullá Mohamad Omar, al norte de Kandahar, la participación superó ampliamente todas las previsiones. En el pueblo de Jas, los talibanes hicieron saltar un puente. Pero los vecinos sólo tardaron unos minutos demás en cruzar río abajo y llegar al colegio electoral, que apenas cerró diez minutos a causa del incidente. Aunque en Gul Bahar (Zabul), los combates del viernes entre talibanes y fuerzas afganas disuadieron a los electores de ir a votar, y en Kandahar, ocho policías murieron el viernes al estallar una mina al paso de su vehículo y otras tres personas murieron violentamente el sábado durante la jornada electoral. "Fue el día más bonito de mi vida", comentó entusiasmado Abdul Nabil, de 30 años, en Kandahar. "Votando construiremos el futuro de nuestro país. Ahora podemos dar la espalda a la violencia", añadió esperanzado. (AFP)

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