Lifschitz: "La transversalidad nunca existió"

El intendente rosarino dio por enterrada esa experiencia política. Fue ayer, en el acto de GM presidido por Kirchner

Daniel Leñini / La Capital

El intendente Miguel Lifschitz contestó ayer que "sí, está claro que sí", cuando se le preguntó si la transversalidad estaba enterrada. Lo dijo al término del acto en la automotriz General Motors que presidió el primer mandatario Néstor Kirchner, a su hora principal impulsor de aquel proyecto político.

"Es más, creo que (la transversalidad) nunca pasó de alguna especulación periodística y de algunos dirigentes políticos", abundó el jefe del Palacio de los Leones durante su breve charla con La Capital.

Convocados en su momento en nombre de aquel plan, tanto Lifschitz como su antecesor, Hermes Binner; el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el intendente de Córdoba, Luis Juez, concurrieron un par de veces al despacho de Kirchner, lo que posibilitó una serie de fotos que irritaron al duhaldismo y a parte del elenco de pura cepa peronista. El gobernador Jorge Obeid también supo molestarse.

Hoy la realidad sería otra. Desde la Casa Rosada al parecer cesaron las operaciones contra el justicialismo bonaerense y el ex presidente con residencia en Lomas de Zamora.

Muchos entendieron que la formación que mostró ayer el palco en la General Motors (un símbolo habitual que suele dar la política) no hace más que confirmar el giro presidencial. Junto a Kirchner sólo se alinearon el jefe de la cartera laboral, Carlos Tomada, Obeid y el ministro de la Producción santafesino, Roberto Ceretto. Todos PJ. También, lógicamente, los presidentes de GM para Argentina y el Mercosur. Los socialistas Lifschitz y Binner siguieron las alternativas del acto desde abajo, en un corralito para autoridades.


Protocolo riguroso
Fue esa, seguramente, una visión apresurada: General Motors está instalada en Alvear (no en Rosario) y las autoridades de la automotriz dispusieron un protocolo riguroso para eventos especiales como la visita de un mandatario nacional.

Lifschitz agregó a este diario que la "vocación" de su partido, el Socialista, "pasa fundamentalmente por seguir construyendo un espacio propio, independiente, con un claro perfil progresista que obviamente puede coincidir en políticas con el gobierno nacional pero de ninguna manera implica acuerdos de tipo electoral". De todos modos, agregó que esa tarea también contempla la participación de "otras organizaciones afines".

Cuando se le preguntó cómo veía la marcha del gobierno y el país, Lifschitz respondió que "positivamente pese a las dificultades y los temas no resueltos".

"Soy optimista; creo que hay vocación del gobierno por políticas en favor de la producción y el trabajo argentinos", expresó.