| viernes, 10 de septiembre de 2004 | Dos cartoneros murieron embestidos por un camión Fue anoche en Ibarlucea, sobre la ruta 34. El carro en el que iban las víctimas cruzó el pavimento imprudentemente La imprudencia de dos cartoneros que anoche cruzaron arriba de su carro la ruta nacional 34 derivó en una tragedia. Los dos murieron en el acto al ser atropellados por un camión que llegaba a Rosario. Pedazos de madera, restos de carrocería y los cadáveres mutilados se esparcieron en las banquinas del acceso noroeste de la ciudad. Hasta anoche las víctimas no habían sido identificadas y el camionero, sumido en un estado de shock, había sido derivado a un hospital antes de quedar demorado en la subcomisaría 17ª de Ibarlucea imputado por doble homicidio culposo.
El trágico accidente ocurrió a las 20.30 de ayer en el kilómetro 4,5 de la ruta 34, frente al ingreso de un conocido motel. En dirección a Rosario circulaba un camión Ford Cargo frontal, patente BFC311, al mando de Martín Mansilla, de 25 años. El joven conductor, afincado en la provincia de Tucumán, trasladaba un cargamento de cebollas desde la localidad santiagueña de Fernández.
Desde su cabina ya veía las primeras luces del ingreso a la ciudad cuando imprevistamente un carro tirado por un caballo se le cruzó sobre el pavimento. "El camión venía a unos 90 kilómetros por hora y alcanzó a ver el obstáculo a unos 40 metros. Entonces el chofer empezó a frenar, pero es imposible lograrlo a esa velocidad y a tan corta distancia", confió un perito que acudió a la escena del accidente.
Así las cosas, el camión impactó de lleno contra el carro sobre el cual iban dos hombres de unos 40 años. "Aparentemente uno de ellos vivía en Ibarlucea y el otro en el barrio Nuevo Alberdi", comentó el jefe de la subcomisaría 17ª quien derivó al Instituto Médico Legal la identificación de las víctimas.
Como consecuencia del violento impacto los cuerpos de los cartoneros impactaron contra el frente del camión y salieron despedidos hacia las distintas banquinas de la ruta. Sobre la del costado este, y a la altura del choque, quedó tendido uno de los cadáveres. Unos 150 metros más adelante, pero del sector oeste, yacía el otro cuerpo totalmente mutilado. Junto a los despojos también yacía el caballo. La escena la completaban los restos del deshecho carro que hasta ayer les sirvió a los hombres para recolectar los cartones y la chatarra que luego vendían para sobrevivir.
Delante de la trompa del pesado vehículo, estacionado sobre esa misma banquina, quedó aplastado un sombrero negro. El mismo que una de las víctimas llevaba sobre su cabeza al momento de encontrar la muerte y que fue arrastrado unos 200 metros por el pesado camión. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Atroz. Peritos policiales examinan uno de los cadáveres mutilados. | | |