| viernes, 10 de septiembre de 2004 | Automovilismo: Poniendo el freno en la F1 Los últimos accidentes ubican otra vez a la seguridad sobre el tapete El boquete en el muro de Monza parece ser un monumento conmemorativo. Pese a que el punto de choque donde el bólido de Michael Schumacher se estrelló durante unos ensayos en el circuito italiano hace una semana fue recubierto con pintura blanca, no se pudieron borrar todas las huellas.
Unas rayas de freno en la calle de boxes muestran el lugar en que el campeón mundial se accidentó la semana pasada al reventársele un neumático a 345 kilómetros por hora. "Todo ello no fue tan dramático", restó importancia el alemán una semana después del accidente, del que salió ileso.
Cuando de nuevo se abordó por qué Schumacher, ganador de 82 Grandes Premios y siete títulos mundiales, sigue apretando el acelerador, el campeón se limitó a bostezar y decir: "Es difícil de comprender para otros, pero para mí es sencillo. Hago simplemente lo que hago". Pese a que la brecha en el muro ilustra los peligros de la Formula 1, la estrella de Ferrari no piensa en el final de su carrera. "El accidente no tuvo consecuencia alguna para mí", subrayó.
Tras el accidente sufrido por el famoso piloto, comenzó de nuevo con virulencia la discusión sobre la seguridad en la Fórmula 1. El jefe de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, desea frenar la clase reina del deporte del motor en vista de la serie de accidentes de las últimas semanas y presentó ya las correspondientes propuestas.
Al día siguiente del choque de Schumacher, el piloto francés de Toyota Olivier Panis sufrió un accidente por problemas de neumáticos. En Spa-Francorchamps le tocó el turno al piloto de Honda Jenson Button. En Hockenheim, fue el subcampeón mundial, el finlandés Kimi Raikkonen.
Anteriormente, en Indianápolis, tanto el piloto de Renault Fernando Alonso, como Ralf Schumacher toparon contra el muro a alta velocidad. El alemán sufrió la fractura de dos vértebras y no volverá a correr hasta dentro de dos semanas en el Gran Premio de China en Shangai.
"Sabemos que es peligroso", dijo Ralf Schumacher que no quiere renunciar a su pasión por la velocidad.
Desde los trágicos accidentes de Ayrton Senna y Roland Ratzenberger en el Gran Premio de San Marino hace diez años en Imola no hubo que enterrar a ningún piloto de Fórmula 1. Los autos y los circuitos son mucho más seguros y ahora, por deseo de Mosley, serán más lentos.
La FIA quiere prohibir también materiales que en caso de accidente se desmenucen en partes muy cortantes. Ajeno a la problemática de la seguridad, Michael Schumacher tiene gran ilusión pensando en la fiesta del Gran Premio de Italia del próximo domingo, donde correrá en "casa". "Es algo fantástico poder festejar los títulos con nuestros mejores seguidores". Aun cuando Bernie Ecclestone, no quiera reconocer hasta el final de la temporada el séptimo título mundial ganado en Spa-Francorchamps, ello no amarga el humor del alemán: "Yo me siento campeón". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Pese a que los circuitos de F1 son más seguros en la actualidad, los accidentes no dejan de ocurrir. | | |