En fastuosa celebración se casó el heredero del sultanato de Brunei

El príncipe heredero de 31 años contrajo matrimonio con una plebeya de 17 años, hija de una ciudadana suiza

El príncipe heredero del sultanato de Brunei, Al-Muhtadee Billah Bolkiah, contrajo ayer matrimonio con la joven Sarah Salleh, celebrado ante miles de invitados en la capital, Bandar Seri Bengawan. La boda es considerada el evento del año en el pequeño estado asiático estrictamente musulmán de la isla de Borneo, muy rico en petróleo.

El sonido de los tambores y flautas tradicionales de los músicos de la Corte Real dio oficialmente paso al comienzo de la ceremonia. Ante unas seis mil personas, Al-Muhtadee (considerado uno de los más ricos de la región asiática) fue escoltado por su padre, el sultán Hassanal Bolkiah, para recibir a su futura esposa mediante el Bersandig, un rito cargado de tradición islámica y cultura malasia celebrado en una de las 1.788 habitaciones del palacio Istana Nurul Iman.

Tocado con una corona de oro y una daga, el heredero del sultanato se sentó en junto a la novia, que salió de una sala contigua tras hacerse esperar casi una hora. Al-Muhtadee puso su mano sobre la tiara de diamantes de Sarah mientras recitaban alabanzas musulmanas.

Sarah, de 17 años, con un vestido bordado azul y un velo del mismo color, llevaba un bouquet de oro macizo con diamantes. Al-Muhtadee fue designado en 1998 oficialmente príncipe heredero de Brunei. El joven, de 31 años, que estudió diplomacia, derecho, política y economía en Oxford, se convertirá en el trigésimo monarca cuando suceda a su padre, el sultán Hassanal Bolkiah.

Su joven esposa asiste actualmente a clases en una universidad local. Según se informó, la madre de la novia proviene de un pequeño pueblo de Suiza.

Tras los rezos, la pareja saludó a sus familiares y pidió la bendición del sultán quien, para sellar el matrimonio, tomó la mano de su hijo y tocó con ella la cabeza de la novia, con lo que se dio por concluida la ceremonia.

Luego los recién casados recorrieron en automóvil Rolls Royce con profusos ornamentos de oro sólido unos ocho kilómetros por las habitualmente desiertas calles de Bandar Seri Bengawan, adornadas con luces de color y grandes pancartas con fotografías de los novios.

En el automóvil, convertido en carroza real y seguidos por más de un centenar de limusinas y miles de súbditos, Al-Muhtadee y Sarah saludaron a los ciudadanos de Brunei.

A la celebración, que costó unos cinco millones de dólares, asistieron 60 mandatarios de la región y miembros de la realeza de todo el mundo. Una salva de 21 cañonazos se escuchó cuando el príncipe heredero de Japón, Naruhito, el rey Hamad de Bahrain, el duque de Gloucester, el príncipe Richard, y el príncipe Bandar de Arabia Saudí ocuparon sus asientos, adornados en oro, en la sala principal del palacio.

A la boda también acudieron el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, la presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, y su homóloga filipina, Gloria Macapagal Arroyo.

Los actos oficiales de la boda real no concluyeron ayer, pues el banquete real al que asistirán miles de huéspedes tendrá lugar hoy, el cual será seguido, como manda la tradición, por fuegos artificiales que iluminarán el cielo de la capital durante tres noches sucesivas. (DPA)

Al-Muhtadee Biliah Bolkiah junto a Sarah Salleh, con un bouquet de oro maciso.