Automovilismo: en Rafaela pasó de todo: piñas, heridos y final polémico

Ernesto Tito Bessone consiguió ayer en Rafaela su primera victoria del año y también la punta del campeonato del Turismo Carretera, pero para festejarlo deberá aguardar a que la Comisión Asesora y Fiscalizadora (CAF) de la ACTC decida mañana si mantiene o no, la clasificación que quedó en suspenso. Claro que la carrera también pasó a segundo plano por el tremendo accidente que dejó al copiloto de Emanuel Moriatis en estado de coma.

La carrera fue normal en las primeras tres vueltas, tiempo durante el cual Julio César Catalán Magni confirmó que tenía el mejor auto y era el candidato a llevarse la victoria.

Sin embargo la carrera entró en un sinsentido en el cuarto giro, a causa de un espectacular accidente en el que se involucraron al menos diez autos. El Ford Falcon de Emanuel Moriatis se cruzó en la chicana número uno y fue impactado violentamente (sobre la puerta del acompañante) por el Chevrolet de Christian Ledesma.

Los autos quedaron detenidos sobre la pista y se inició allí una danza de autos que intentaban esquivarlos de cualquier manera. Quienes intentaron evitarlos por el lado interno tuvieron suerte, pero aquellos que quisieron hacerlo por el lado derecho se encontraron con el paredón y dieron fuertemente contra el cemento.

Así fue que quedó un tendal sobre la pista: a los autos de Moriatis y Ledesma, se les sumaron los de Roberto Urretavizcaya, José Savino, Marcelo La Manna, Alejandro Occhionero, Roberto Del Bo, Omar Tanoni, René Zanatta y algunos otros que, como Juan María Traverso, pudieron llegar a los boxes a pesar de los golpes.

Sin embargo lo peor vino cuando las máquinas detuvieron su loco andar. Encabezados por el doctor Rodolfo Balinotti, el equipo de seguridad se dirigió al Ford de Moriatis y fue entonces cuando se comprobó que el copiloto Walter Jakowczuk había perdido el conocimiento y no respondía a ningún tipo de estímulo.

Jakowczuk fue llevado inmediatamente al hospital móvil ubicado en el circuito y luego de ser estabilizado se lo trasladó al Policlínico de Rafaela con un complejo cuadro (ver aparte) y en coma.

También fueron trasladados a ese nosocomio, con lesiones mucho menos graves, Moriatis, Víctor Orsi (copiloto de José Savino) y Marcelo La Manna.

Por esas cuestiones que sólo pueden achacársele a los protagonistas, una vez despejada la pista, la carrera continuó, pero lejos de un trámite normal.

En el relanzamiento Catalán Magni manejó los tiempos de la competencia y aprovechó la pelea por el segundo lugar para mantener su condición de líder. Sin embargo, el Pingüino se fue solo contra el paredón y para él se terminó la competencia.

Entonces Bessone se adueñó de la punta en la pista, pero la suma de tiempos (entre lo que se había corrido antes del accidente y lo que se realizó después) favorecía a Ariel Pacho.

Pero Pacho se confió y no supo, o no pudo, superar a Raúl Sinelli que venía delante de él obstruyéndole el camino.

La situación fue aprovechada por Bessone, quien cuando el auto de seguridad dejó la pista (ingresó por el accidente de Nicolás Iglesias), aceleró y en la última vuelta descontó la ventaja que hasta ese momento le llevaba Pacho, abriendo una polémica que quizá concluya durante la semana.

El auto de Moriatis (de costado) muestra las huellas del impacto con Ledesma.